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Por un México sin piratería

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Cuando hablamos de piratería nos llegan a la mente conceptos como barato, de baja calidad, ilegítimo o ilegal. No vemos nada positivo en dicha connotación, sin embargo, es un problema que atañe a la sociedad mexicana. Aunque sabemos de sus connotaciones negativas, vemos piratería  por todos lados, en la calle, afuera del metro,  e incluso en locales establecidos. Tenemos amigas que venden marcas “clones”,   y sabemos que se baja música y películas de internet de lugares dudosos.

Legalmente Generalmente se identifica la piratería con la copia ilegal de productos en materia de derechos de autor, pero sabemos que trasciende a otros productos. Actualmente encontramos películas pirata, bolsas piratas, ropa pirata, música pirata y cualquier producto o servicio que se esté vendiendo sin la autorización del titular de una marca o de un derecho de autor (y en algunos casos patentes, además de otras figuras en materia de propiedad intelectual).

Considero que el problema de la piratería tiene muchas explicaciones, pero la más importante es de carácter cultural. México se ha adherido a varios tratados internacionales para proteger la propiedad intelectual, las autoridades mexicanas han intensificado las estrategias para combatirlas sin resultados aparentes. La piratería ocasiona daños a nuestra economía, además de que deteriora el valor de las obras de artistas, autores y comerciantes. Eso debe ser suficiente para respetar sus derechos. Sin embargo, no parece haber remordimiento al momento de comprar artículos piratas o de bajar películas y canciones sin el pago de regalías. Sabemos que robar es malo, y condenamos al que lo hace. Sabemos que la piratería es ilegal, pero nuestra actitud ante ella es diferente. Por ello mi argumento de que la piratería es una cuestión cultural. Algunos justifican la piratería por cuestión de capacidad adquisitiva. Es decir, si una persona apenas y tiene para subsistir con el salario mínimo, como reprocharle que compre una película 10 pesos, cuando en las tiendas valen  300 pesos. Lo interesante es que el consumo de la piratería no tiene clases sociales, ya que sin importar la clase social, muchas personas adquieren muchos de estos artículos, aun tendiendo la capacidad económica para hacerlo. Policías, jueces, estudiantes, profesionistas, profesores, entre muchos otros, compran piratería.

La población universitaria que baja música o películas en páginas de internet que no pagan regalías es alta, tal y como se discutió hace años en el caso Napster.  El problema radica en que no lo vemos mal, se nos hace natural. Tal y como el gobierno está combatiendo la obesidad infantil a través de campañas en las escuelas, tiene que implementar una campaña en donde se pueda concientizar de la importancia de la propiedad intelectual en nuestra economía. Sin duda debe dejar atrás esos anuncios que vemos en la tele o en las películas que rentamos de NO A LA PIRATERÍA, que se basan en estrategias que no convencen a nadie. Si no trabajamos con las generaciones nuevas, dudo  que podamos ver un México sin piratería.

Acerca del autor: Marcela Corro Priego tiene una Maestría en Derecho en Georgetown University Law Center (LLM). Es ex becaria Fullbright-García Robles y Conacyt. Estudió su Licenciatura en Derecho con especialidad en Derecho Internacional, en la UDLAP. Trabajó en la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (ahora Secretaría de Economía), dentro de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria y realizó prácticas profesionales en Manchester Trade (Consultoría en Comercio Internacional) en Washington, DC. Marcela Corro actualmente es profesora de tiempo completo de la UDLAP en donde ha impartido las materias de Derecho de la Propiedad Intelectual, Derecho del Comercio Exterior, Derecho Aduanero, Equivalentes Jurisdiccionales, Inversión Extranjera y Derecho del Comercio Internacional, así como cursos en UDLA Consultores sobre servidores públicos. Además, es abogada en el área de propiedad intelectual y comercio exterior en el Despacho Esparragoza, Ramírez y Asociados. . Actualmente cursa el Doctorado en Derecho en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM por investigación en las áreas de comercio internacional y la Enseñanza del Derecho.

Por: Mtra. Marcela Corro Priego

Profesora de Tiempo Completo del Departamento de Derecho, UDLAP.

marcela.corro@udlap.mx

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De la racionalidad individual a la insensatez colectiva

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Existen dos leyes o aforismos que, de una manera evocativa, resumen gran parte de la economía. La primera ley es que “algunas veces, cuando cada individuo considera únicamente sus intereses emerge automáticamente un resultado colectivamente racional”- la famosa mano invisible que coordina los esfuerzos por el propio interés de todos los individuos involucrados y que asegura un resultado socialmente eficiente en el sentido familiar de Pareto de que nadie podría estar mejor sin que alguien estuviera peor. La segunda ley es que “algunas veces la primera ley no se cumple: no importa qué tan inteligentemente persigue cada individuo su propio interés, ningún resultado socialmente racional puede emerger espontáneamente” –solamente a través de una mano que guíe o de una institución apropiada se pueden producir resultados colectivamente eficientes.

Se puede reescribir la segunda ley: “la racionalidad individual no es suficiente para la racionalidad colectiva”. Y debido a ello no existe razón alguna para suponer que un grupo de individuos actuará a favor de intereses comunes. Para el grupo las ganancias agregadas de la acción colectiva pueden exceder en gran medida los costos totales de la misma; pero esto de ninguna manera significa que lo que sigue de ello es que la acción colectiva ocurrirá, no importa que tan racionales e inteligentes sean los individuos del grupo.

¿Qué detiene a los grupos de individuos racionales a actuar a favor de sus intereses colectivos? Esto se debe a que en la mayoría de las situaciones los beneficios de cualquier acción colectiva se distribuyen entre todos los miembros de un grupo, haya contribuido o no el individuo con los costos de la acción colectiva (este último caso se conoce como el problema del “parásito”).

Como no se pueden excluir a los individuos del consumo de los bienes públicos que la acción colectiva provee, el bien colectivo no se producirá a través de los mecanismos de mercado u otros arreglos derechos y voluntarios. Por ello los gobiernos requieren de la imposición de contribuciones para financiar los bienes públicos. Asimismo, las organizaciones no gubernamentales que proveen bienes colectivos, necesitan de arreglos especiales o incentivos selectivos para poder sostenerse.

La acción colectiva es la esencia de muchos de los problemas observados en diferentes áreas y disciplinas. Desde los problemas del agotamiento de ozono, el calentamiento global y la lluvia ácida, por un lado; hasta los problemas que enfrenta una población oprimida para liberarse de un tirano opresivo, por el otro. De donde se ratifica la premisa de que “la racionalidad individual no es suficiente para la racionalidad colectiva”.

Acerca del autor: La Dra. Manuela Armas Carrillo es Licenciada en Economía de la Universidad de las Américas Puebla en 1991; obtuvo el grado de Maestra en Finanzas del Instituto Tecnológico Autónomo de México y el grado de Doctora en Economía de la Universidad de las Américas Puebla en 2013. La Dra. Armas ha recibido distinciones como el Tercer Lugar en el “Premio Nacional de Investigación Financiera IMEF” en 1991 y la Mención Honorífica en el “XIII Premio Nacional Tlacaélel de Consultoría Económica” en el mismo año. Además obtuvo la Mención Honorífica en el examen de grado de Maestro en Finanzas y el “Premio a la Excelencia Académica Miguel Palacios Macedo”, del Instituto Tecnológico Autónomo de México, en 1994. Desde 1994, la Dra. Armas se dedica a la docencia, investigación y asesoría. Desde 2007, colabora como profesora de tiempo completo en la Universidad de las Américas Puebla. Entre sus trabajos recientes se encuentran “Un modelo de coevolución entre la gobernanza social y la modernización económica”, presentado en el III Congreso de Investigación Financiera IMEF 2013 realizado en el Instituto Tecnológico Autónomo de México. De los artículos realizados por la Dra. Armas cabe mencionar: a) Un modelo de coevolución entre la gobernanza social y la modernización económica, publicado en la Revista Mexicana de Economía y Finanzas, Volumen 9, Número 2, Julio-Diciembre 2014 ; b) Coevolución entre el gobierno social y económico, artículo en revisión; y c) Desarrollo socioeconómico, cambio cultural y democratización, artículo en revisión. En la actualidad la Dra. Armas trabaja como especialista en gobernanza, con el Dr. Polioptro F. Martínez Austria, experto en gestión del agua y responsable del proyecto CONACYT “Gestión integrada de la cuenca del río Bravo bajo escenarios de cambio climático”, y con el Dr. Carlos Patiño Gómez, especialista en modelación de sistemas hídricos y efectos del cambio climático en los recursos hídricos.

Por: Dra. Manuela Armas Carrillo

Profesora de tiempo completo del Departamento de Finanzas y Contaduría, UDLAP.

manuela.armas@udlap.mx

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La desaparición forzada de personas

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Tesis digitales, UDLAP

Antecedentes históricos

Con el surgimiento de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 17891, se lograron reconocer los derechos políticos, sociales y los derechos humanos de las personas, un hecho de importante mención para la desaparición forzada de personas (en adelante DFP).

Lo anterior es importante como antecedente en la definición de la DFP, dado que en el articulado de la declaración se estatuyeron por primera vez los derechos de libertad, de seguridad, de resistencia a la opresión, a no ser acusado ni detenido más que en los casos establecidos en la ley, a la presunción de inocencia, a que la autoridad evite todo rigor innecesario hacia los ciudadanos y a que la fuerza pública se utilice sin fines particulares.

Éstos derechos son los que precisamente, se ven lesionados en el delito de DFP, hasta nuestros días. Si bien la declaración dio pie a una nueva era en el derecho, el respeto de esas garantías ha sido una búsqueda constante, e incluso encontraría un retroceso con el surgimiento en 1939 de la Segunda Guerra Mundial, periodo en el que la ley se utilizó de forma negativa en detrimento de la humanidad, permitiendo la comisión de DFP.

En dicha guerra, el autodenominado “Tercer Reich” daba tanta legitimidad a su posición extremista, que incluso dotaba y fundaba sus ideas y afirmaciones respecto al antisemitismo y el nacionalismo en instrumentos legales, con una clara deformidad de los bienes jurídicos2, inspirada por la mentalidad de pocas personas.

Los instrumentos legales del Tercer Reich eran configurados con la finalidad de minar la supervivencia de las personas discriminadas en Alemania3, además de permitir la DFP.

El Decreto “Nacht und Nebel” (noche y niebla) o “Directivas Para la Persecución de las Infracciones Cometidas Contra el Reich o las Fuerzas de Ocupación en los Territorios Ocupados” de 19414, establecía protocolos y normas para “eliminar y acabar” con todo aquél que pudiera considerarse enemigo o de ideología contraria a la del régimen, además de contener la obligación a las autoridades del Tercer Reich de “desaparecer” a los integrantes de la resistencia, evitando que se conociera sobre el paradero o situación de las víctimas5.

El decreto obligaba a los oficiales de la Alemania Nazi a practicar desapariciones forzadas sistemáticamente, en contra de los presos de éstas características, buscando intimidar y aterrorizar a la población discordante al imperio.

Éste decreto es un antecedente importante de la DFP, y es el primer antecedente de éste crimen en el cual el ilícito se permitió por “códigos legales”, en contra de los bienes jurídicos universales, hoy derechos humanos.

Finalmente, al terminar la guerra, los criminales nazis fueron sentenciados por crímenes contra la humanidad tras los Juicios de Núremberg, de 1945 a 1946, en lo que fue la primera vez que se enjuició a criminales por éstos crímenes, entre ellos, la comisión de DFP.

Tras la guerra, las naciones decidieron evitar a futuro y poner fin a éstas conductas lesivas hacia la humanidad, vividas en el transcurso del conflicto, con la firma de la Carta de las Naciones Unidas y la creación de la Organización de las Naciones Unidas en 1945 (en adelante ONU), sin embargo, la figura legal estatuida de desaparición forzada aún no había surgido como tal, si bien ya existía y había existido de forma atípica6 en la historia, como se ha citado en los párrafos anteriores. La ONU se propuso acabar con los tratos experimentados hacia la humanidad en la Segunda Guerra Mundial, por lo cual se instauró en 1948 el concepto de derechos humanos tal y como hoy lo conocemos, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (en adelante DUDH). Aunque la declaración no es vinculante por sí misma, tomó obligatoriedad con los Pactos de Nueva York de 19767 para los Estados miembros.

A pesar de la existencia de éstos instrumentos de derecho, muchos Estados permanecieron con sistemas jurídicos que daban mayor jerarquía a sus propias normas domésticas, por lo que, a pesar de ser conscientes de la existencia de los derechos humanos, no modificaron sus sistemas a favor de la mayor protección, o aparentaron hacerlo sin un mecanismo eficaz que los hiciera cumplir, dando paso a que conductas como la DFP resurgieran.

Con el tiempo éstos países volcaron en un retroceso en cuanto a la protección de éstos derechos, gracias a motivos políticos, sociales y militares, principalmente enfocados a la permanencia y obtención del poder por medio de la represión, en Estados con sistemas de gobierno frágiles, corruptibles y en los que existió un débil Estado de derecho.

La DFP fue una de esas formas de represión, enfocada, además de hacia contendientes y adversarios políticos, contra otros grupos de víctimas como periodistas, activistas en favor de los derechos humanos, grupos desprotegidos como niños y mujeres y más recientemente, sujetos y víctimas del crimen organizado y el terrorismo.

Particularmente, los países de Latinoamérica cayeron en ésta crisis de protección a los derechos humanos desde mediados del siglo XX, que incluso aún reporta graves consecuencias hasta nuestros días, en países como El Salvador, Guatemala, Chile, Haití, Bolivia, Argentina, Brasil, Honduras, Perú, Colombia y México.

Amnistía Internacional, FEDEFAM8 y otros organismos de derechos humanos sostienen que de 1966 a 1986 cerca de noventa mil personas fueron víctimas de DFP en Latinoamérica9.

Molina Theissen asegura que, en América, “la práctica sistemática de DFP tuvo sus orígenes en Guatemala, en la década de 1960, iniciada con el fin de acabar con los opositores del gobierno instaurado por Enrique Peralta Azurdia en 1963”10.

Tras el golpe de Estado orquestado por aquél coronel en ése año, éste suspendió la Constitución de 1956 de Guatemala para lograr su cometido.

Posteriormente, por él fueron emitidas leyes antidemocráticas y atentatorias de los derechos humanos, como la llamada Ley de Defensa de las Instituciones Democráticas, o “Decreto nueve”, la cual dotaba de poderes y facultades excesivas a la nueva policía instaurada, legalizando las detenciones de personas por simples “sospechas”, siendo que cada detenido de aquél gobierno era sometido a torturas y tratos crueles, seguidos de desapariciones o asesinatos.

En similar situación se encontró Argentina, en donde en 1976 se derrocó del poder a María Isabel Perón tras un golpe de Estado realizado por la milicia y el general Jorge Rafael Videla11.

En aquél país se desató una ola de represión generalizada, perpetrada por los llamados “escuadrones de la muerte”, los cuales eran grupos con diversos nombres, como la Alianza Anticomunista Argentina, quienes en el periodo de 1974 a 1980 tenían la función de asesinar, secuestrar y desaparecer a supuestos opositores izquierdistas de una forma impune, en lo que nombrara el gobierno de Videla, una Reorganización Nacional, en una forma de operar nunca antes observada.

El episodio más trágico de éste periodo fue la matanza de Tucumán, en 1965, en la que el ejército se encargó de exterminar a un pequeño grupo guerrillero y de desaparecer personas, en las que se incluían civiles inocentes.

En el caso de Chile, tras el golpe de Estado de septiembre de 1973 en que se derrocó al gobierno de Salvador Guillermo Allende Gossens, primer presidente de ideología socialista electo por la ciudadanía, ocurrirían las mismas desapariciones a quienes simpatizaban de dicho gobierno.

El golpista y comandante en jefe Augusto José Ramón Pinochet Ugarte gobernaría aquél país, inicialmente como presidente de la Junta Militar de Gobierno, para en 1974 autonombrarse presidente de la República de Chile, iniciando así una dictadura militar caracterizada por la violación sistemática de los derechos humanos de toda categoría, la cual duraría hasta 1990, siendo el de Chile, el periodo más largo en que operó la DFP y otras violaciones en la región.

Las desapariciones en Chile son atribuidas a la DINA, o Dirección de Inteligencia Nacional, organización que cometió el delito sistemáticamente, tras complejos planes de ocultamiento de huellas y evidencias en contra de los militantes del Partido Comunista Chileno, en búsqueda de la impunidad12.

Finalmente, México no fue la excepción en éste fenómeno de violencia, ya que, si bien en México no ocurrió un golpe de Estado militar, sí existen sucesos históricos en los que el propio gobierno ha recurrido al asesinato y a la DFP con los mismos fines políticos represivos, dirigidos hacia grupos ideológicos contrarios a éste, en el poder.

De 1954 al año 2000, durante el periodo conocido como “Guerra Sucia”, sucedieron desapariciones lideradas y comandadas por los grupos políticos en el poder, militares y policías, todos aquellos acontecimientos planeados y ocultados con el control de la prensa y la información, con el fin de hallar impunidad por dichos crímenes.

Durante esos años, las víctimas fueron fundamentalmente periodistas y miembros de la prensa libre, adversarios políticos, guerrilleros contrarios a las ideas del gobierno, intelectuales y activistas. La Guerra Sucia en México, se caracterizó por una estricta planeación de cada acto represivo y una selectividad precisa, ya sea en magnicidios, represión en masa de personas o DFP, a diferencia de los acontecimientos en otros países de Latinoamérica.

Lamentablemente, la criminalidad relacionada a la Guerra Sucia ha aumentado, según las visitas a México del Grupo de Trabajo Contra las Desapariciones Forzadas o Involuntarias (en adelante GTDFI).13

Así pues, podemos observar sobre la práctica sistematizada de la DFP, en el periodo de 1950 al 2000, que en los países latinoamericanos se aprecia la característica general de los fines represivos y de abuso de poder por parte de los gobiernos militares, acciones de las que se encontró total impunidad por los perpetradores, con justificaciones como la de mantener la seguridad nacional y el orden público.

Gracias a los informes y denuncias hechas por las organizaciones e instituciones de protección a los derechos humanos obligadas con la ONU, y gracias a las denuncias de familiares de las víctimas, activistas y refugiados, y a la movilización de sectores de la opinión pública y de la sociedad civil, el crimen de DFP fue denunciado y conocido a nivel internacional.

Dicho estímulo propiciaría la emisión de instrumentos y medidas internacionales, en busca de reconocer y combatir a la DFP en el mundo.

1.2  Origen Internacional del término

El tema de la DFP llegó a la mesa de discusión de las Naciones Unidas como resultado de los eventos generalizados en relación al delito, ocurridos en Latinoamérica, evidenciados en los múltiples informes de las instituciones de derechos humanos que lograban llegar a la organización14.

En 1978, durante el 33° periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se emitió la resolución 33/173, la cual reconocería la múltiple violación de derechos humanos, además de los derechos políticos y sociales, que se cometía por el delito de DFP.

En dicha resolución relativa a “Personas Desaparecidas”15, se recordaron los artículos 3°, 5°, 9°, 10° y 11° de la DUDH, además de los artículos 6°, 7°, 9° y 10° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, con el fin de observar los derechos en lesión y riesgo por tal conducta.

La asamblea expresó, además, su preocupación sobre los “excesos cometidos por autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, o encargadas de la seguridad, o por organizaciones análogas, a menudo mientras las personas afectadas están sujetas a detención o prisión, así como a causa de actos ilícitos o de violencia generalizada, seguidos de dificultades para obtener ante dichas autoridades, información fidedigna sobre el paradero de esas personas”16.

La resolución culmina con la petición, en su punto 2, a la entonces Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (en adelante CDHNU)17 para que “examine la cuestión de las personas desaparecidas con miras a hacer las recomendaciones apropiadas”, tarea para la cual, dicha comisión nombraría un grupo de trabajo formado de expertos que analizarían la problemática en cuestión, y el cual se renovaría periódicamente para lograr sus objetivos a largo plazo18.

El mencionado grupo de trabajo sería el primero en su tipo en realizar acciones concretas e inmediatas ante el problema, en cooperación con los gobiernos de los países afectados, ayudando a las familias de los desaparecidos a averiguar el paradero de los mismos, recibiendo los informes de desaparecidos hechos por organizaciones y familiares, encargando los casos a los gobiernos respectivos, instando a los mismos para realizar las indagaciones correspondientes, dar seguimiento a los casos y emitir informes a los países sobre su situación.

México fue el primero de los países en ser visitado, en 1982, por éste primer grupo de expertos. De esta manera, el fenómeno comenzó a gestar forma en el derecho internacional como un desafío a combatir por las naciones, tanto en la ONU como en la Organización de Estados Americanos (en adelante OEA), y debido al tamaño y la magnitud del número de víctimas, descritas en un informe de ésta organización como “casi imposible de determinar con certeza, tratándose en todo caso, de varias decenas de miles”19, tomó gran importancia en el mundo, dando paso a que la OEA realizara los primeros esfuerzos en la creación de un instrumento especializado sobre el tema.

1.3  Definición de la Convención Interamericana Sobre Desaparición Forzada de Personas de 1994

Como hemos analizado, la problemática de la DFP afectó a la región de Latinoamérica más que a ninguna otra en el mundo, producto de los gobiernos autoritarios de esa región, lo que llevó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante CIDH) a presentar, desde la década de 1970, informes detallados de los sucesos en los países afectados ante la asamblea de la OEA, pronunciándose especialmente sobre la situación de Argentina, Chile y Guatemala20.

De los informes presentados por la CIDH, el presentado sobre el año de 1986 al de 1987 resulta importante, dado que en él se propuso por la comisión la creación de la Convención Interamericana Sobre Desaparición Forzada de Personas (en adelante CIDFP), instrumento adoptado en Belém do Pará Brasil en 1994, y que entró en vigor internacional en 1996, ratificado por México en 2002. La convención ha sido ratificada hasta el día de hoy por 15 países de Latinoamérica.

En dicho informe, presentado en la asamblea general de la OEA, la comisión expresa la importancia para Latinoamérica de la adopción de la CIDFP, y menciona a su criterio los elementos que debiera contener la definición del ilícito en el instrumento.

Aunado a éste informe de la CIDH, la expedición en 1992 de la Declaración de las Naciones Unidas Sobre la Protección de Todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas (en adelante DNUPPF), instrumento de nivel universal, resultó, a pesar de su carácter declarativo y no convencional para los Estados, ser de gran incentivo y orientación para la definición del delito en la CIDFP, además de impulsar la expedición de la propia convención, en 1994.

Entre las características del delito en la DNUPPF, se observa que el gobierno niega sistemáticamente la detención de personas por militares y policías, a pesar de los convincentes elementos de prueba de ello y que las víctimas están o han estado recluidas en determinados sitios de detención, además de que la desaparición no sólo resulta ser una privación arbitraria de la libertad, sino también un gravísimo peligro para la integridad personal, la seguridad y la vida misma de las víctimas.

Es así que, en base a tales determinaciones, en el artículo 2° de la CIDFP se estatuyó al delito de DFP como “la privación de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes”21.

Como se puede analizar, se establecen claramente en la definición de la convención los elementos de bien jurídico tutelado, sujeto, objeto y la forma de realización del delito.

La importancia del fenómeno y sus proporciones continentales y lesivas llevarían, también a la OEA, a través de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante CoIDH), a mencionar al delito en 1988 como “crimen contra la humanidad”22. En 1998 se codificaría al ilícito como crimen de lesa humanidad en el Estatuto de la Corte Penal Internacional.

1.4  Definición de los autores y características

La importancia y alcance del delito de DFP llevó a los juristas, estudiosos y expertos del derecho a emitir sus criterios académicos y teóricos sobre la definición de la conducta, en el ámbito legal e histórico, cooperando tanto de forma independiente, como adheridos a instituciones y organismos de derechos humanos, como el GTDFI.

Entre los expertos independientes, es destacada la definición del académico británico Niall Macdemort, secretario general de la Comisión Internacional de Juristas de 1970 a 1990, quien expresara en momentos recientes de reacción internacional al fenómeno, que “una desaparición constituye quizás la violación más perversa de los derechos humanos. Es la negativa del derecho de un individuo a existir, a tener una identidad. Convierte a una persona en un ser no existente. Es el grado más avanzado de corrupción y de abuso de poder de que se valen las autoridades a cargo del mantenimiento de la ley y el orden para burlarse del uno y del otro y rebajarse a cometer crímenes civiles, como método de represión contra los opositores políticos”23.

Macdemort resalta los derechos a una identidad y a la vida, y señala como principales sujetos activos a la autoridad, abusando de sus facultades y el poder que ostentan, y utilizándolos para la comisión de crímenes, y señala como víctimas a los “opositores políticos”, principal grupo de afectados en el caso del pasado en Latinoamérica.

Otra definición importante a considerar es la de Jan Egeland, subsecretario general de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de las naciones unidas entre los años 2003 y 2006, quien señaló que “una desaparición forzada incluye dos elementos, a saber, la participación directa o indirecta de las autoridades y la falaz negativa de las autoridades de haber participado, aun teniendo conocimiento de la suerte corrida por el desaparecido, por lo que, se habrá producido una desaparición cuando haya firmes razones para creer que una persona ha sido detenida con el consentimiento, la complicidad o la conspiración de las autoridades, y éstas niegan falazmente haber participado”24.

La definición de Egeland permite, en base a los dos elementos que menciona en ella, diferenciar a una DFP de otros delitos como el secuestro, personas desaparecidas en conflictos armados, captura de rehenes o ejecuciones extra legales, haciendo énfasis en que la diferencia fundamental es la participación de las autoridades y la negación de éstas, de ser partícipes.

Entre otros expertos en la materia, Kai Ambos, ex miembro de la delegación alemana en la conferencia de la ONU para el establecimiento de la Corte Penal Internacional desde 1998 hasta su fundación, expresó que la DFP “es un delito especial, dado que sólo puede darse por personas que revisten ciertas características determinadas. Sólo el Estado, o particulares que actúan con su autorización, apoyo o aquiescencia pueden ser autores de éste delito. La DFP consiste fundamentalmente, en el bloqueo de los recursos de hecho y de derecho para la investigación de los pormenores de la situación de la víctima, y la debida administración de justicia. Si la privación ilegal de la libertad y la falta de información fuera causada por otro sujeto diferente de los mencionados, el Estado reaccionaría en su defensa ordinaria”25.

La definición de Kai Ambos señala que la especialidad del delito radica esencialmente en el sujeto activo, el cual sólo podrá ser el Estado por medio de sus autoridades u otra persona con su ayuda o aquiescencia.

Además de su definición del ilícito, es importante mencionar la definición de Kai Ambos del bien jurídico afectado en el delito, que en palabras del autor es “de objeto múltiple”.

Para el mismo autor, “el bien jurídico afectado puede dividirse en tres aspectos, a saber: el individual, en el que se afecta el ámbito físico-psíquico de la víctima (por medio de la privación de la libertad, lesiones, maltrato y muerte) además de su seguridad y protección como un derecho propio. El familiar, en que se afecta el derecho de los allegados a conocer de la situación de la persona, de actuar en su defensa y de conocer el destino corrido por ella, denominando a ésta víctima, la víctima afectiva. Finalmente, el tercer aspecto afectado es el colectivo, en el cual es la sociedad la lesionada por el debilitamiento institucional al no conocer la verdad histórico-social, siendo éstos dos últimos aspectos, de naturaleza pasiva”.

Sus determinaciones y las de otros académicos y procesalistas serían importantes en la definición del delito en el Estatuto de la Corte Penal Internacional, que recoge al ilícito como crimen de lesa humanidad.

Cómo último punto de vista, resulta esencial destacar el de Corcuera Cabezut, presidente del Comité Contra la Desaparición Forzada de Personas desde octubre de 2016, el cual es de vital importancia para el caso de México, dada la opinión especial que tiene hacia nuestro país.

Cabezut señala a la DFP como “la violación múltiple de derechos, caracterizada por la privación de la libertad de una persona cometida por agentes del Estado, o por personas con apoyo de éste, seguida de la negación del acto privativo, con la consecuente violación a sus derechos de justicia”.

Cabezut la define como “un problema a nivel global. Una práctica que se generaliza cada vez en más regiones del mundo, imputable no sólo a fuerzas de guerra, sino también a particulares. Son crímenes no sólo emblemáticos sino permanentes, que en tiempos recientes se han gestado en contextos distintos, como es el de la violencia con índices elevados, como la suscitada por el terrorismo, o el ataque contra el crimen organizado, el cual sería el caso de México”.

“En México por desgracia, se están dando nuevamente desapariciones forzadas, precisamente por el exceso en el uso de las fuerzas armadas en labores que no les corresponden, así como por el recrudecimiento de la intimidación y las ejecuciones sumarias contra defensores y defensoras de los derechos humanos”26.

Como advertimos en la visión de Cabezut, la DFP es un ilícito que evoluciona con el tiempo a partir de la violencia, generada en los contextos actuales del terrorismo, el narcotráfico y las ejecuciones sumarias. Cabezut destaca además la preocupante generalización y el incremento de la comisión del delito en el mundo, en el siglo actual.

Para México, el delito ha evolucionado en adecuación a los fenómenos del crimen organizado y el narcotráfico, gracias a que los criminales que realizan éstas conductas han encontrado en ellas la forma perfecta de “desaparecer” a sus oponentes o a las víctimas de sus crímenes, con el fin de hallar impunidad y ocultar los rastros de sus actos.

Más preocupante resulta, de acuerdo al contexto de México, el hecho de que los militares también han comenzado a delinquir de ésta forma, utilizando la DFP y las ejecuciones sumarias, producto de la rivalidad que ha generado éste conflicto de violencia generalizada en México.

Éstos cambios en cuanto a los sujetos responsables de la DFP, han presionado al derecho internacional a incorporar en las definiciones del delito, depositadas en las convenciones, la figura de los “particulares sin apoyo del Estado” como probables sujetos activos en el ilícito denotando esto la rápida evolución de la conducta de DFP.

1 Declaración que formó parte de la Constitución Francesa de 1791, como prefacio.

2 En referencia a los derechos humanos que las leyes protegen.

3 v. gr. Las Leyes de Núremberg, aprobadas en Núremberg Alemania, en 1935.

4 De la traducción libre del alemán “Richtlinien für die Verfolgung von Straftaten gegen das Reich oder die Besatzungsmacht in den besetzten Gebieten”.

5 Álvarez, Roberto. “The Interamerican Commission of Human Rights and Disapearances”. Seminario sobre desapariciones, organizado por Amnistía Internacional USA. Dacty, Estados Unidos, 1980, p. 1.

6 Que carece de una definición, plasmada en una ley.

7 Consistentes en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, importantes en su mención, dado que dichos instrumentos establecieron los derechos humanos contra los que el ilícito de DFP atentó desde sus inicios.

8 Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos.

9 Amnistía Internacional. Desapariciones. Editorial Fundamentos, Barcelona, 1983, p. 90.

10 Molina Theissen, Ana. La Desaparición Forzada de Personas en América Latina. Instituto Interamericano de Derechos Humanos, México, 2004, p. 65. 11 AI., op. cit., p. 111.

12 Montoya Roberto; Pereyra Daniel. El caso Pinochet y la impunidad en América Latina. Pandemia, Argentina, 2000, p. 127.

13 Benavides Hernández, Ángel. La Desaparición Forzada de Personas. Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México, 2012, p. 26.

14 Véase p. ej. En relación al caso de Argentina: Informe de la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas. Editorial Universitaria de Buenos Aires. 1984. La CONADEP documentó 8,960 casos de personas desaparecidas, de los 30,000 denunciados por las organizaciones de familiares.

15 90° Sesión plenaria de la Asamblea General. Resolución 33/173 Personas Desaparecidas. Nueva York. 1978.

16 Ibídem.

17 Hoy, Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, desde el 15 de marzo de 2006.

18 Ver Resolución No.20 (XXXVI) de 1980. Comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas.

19Anónimo 1. Informe Anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 1986-1987. Disponible en   https://www.cidh.org/annualrep/86.87sp/Indice.htm (consultado el 19 de octubre de 2016).

20 Ver, Informe Anual 1878; Informe Anual 1980-1981; Informe Anual 1982-1983; Informe Anual 1985-1986;

Informe anual 1986-1987.

21 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. Convención Interamericana para la Desaparición Forzada de Personas. Belém do Pará. 1994.

22 Ver, caso Velásquez Rodríguez, 26 de junio de 1987, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

23 Macdemort, Niall. Seminario: “La politique de disparitions forcées de personnes”. Sané francés, 1981.

24 Egeland, Jan. Iniciativa Humanitaria contra las desapariciones políticas: Un estudio del Estado y las posibilidades de los instrumentos humanitarios y de Derechos Humanos, y la función del Comité Internacional de la Cruz Roja en la Protección contra la práctica de desapariciones forzadas o involuntarias. Instituto Henry

25 Ambos, Kai. Desaparición Forzada de Personas, análisis comparado e internacional. Temis, Bogotá, 2009, p. 245

26 Anónimo 2. El reto de los Desaparecidos. Reporte Índigo. Disponible en: http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/desaparecidos-onu-hrw?page=2 (consultado el 20 de octubre 2016).

Por: Enrique Ismael Ortega Soto

Miembro del Programa de Honores.

Licenciatura en Derecho, UDLAP

 

Jurado Calificador

Presidente: Dr. Alejandro José Ramírez López
Vocal y Director: Dr. Ulises Sandal Ramos Koprivitza
Secretario: Dr. Carlos Alberto Julián y Nácer

 

Contenido completo disponible aquí

 

¿Público para quién?

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La performatividad de los límites en el espacio público

Existen límites tangibles e intangibles para la apropiación y uso de los espacios públicos por parte de los diversos grupos sociales. Este libro nos invita a reflexionar acerca de qué tan públicos son los espacios públicos. El tema se aborda desde un enfoque urbano-arquitectónico, en diálogo con las ciencias sociales, para comprender las modalidades de apropiación y uso de las personas en el lugar; el cómo y el por qué lo usan de cierta manera, y cómo esta apropiación y uso construye su significado.

A través de la observación directa, la entrevista semiestructurada y el análisis de dibujos realizados por los usuarios, ¿Público para quién? estudia sus prácticas para descubrir las distintas maneras de hacer y utilizar el espacio público, evidenciando los modos en que dichas prácticas subvierten el diseño de los espacios.

 

¿Público para quién? La performatividad de los límites en el espacio público (UDLAP, 2017) de Astrid Helena Petzold Rodríguez, se encuentra ya a la venta en la Tienda Universitaria y UDLAP Store.

Empresas petroleras nacionales vs empresas petroleras privadas: el caso de México

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Introducción

La Reforma Energética de 2013[1] y sus respectivas leyes secundarias, implicaron un cambio de paradigma en la explotación de recursos energéticos para el Estado mexicano, migrando de un sistema monopólico de extracción de hidrocarburos a una apertura del mercado permitiendo la participación de empresas privadas del sector en la exploración y producción del petróleo.

Lo anterior genera, un cuestionamiento legítimo por parte de los ciudadanos mexicanos, ¿son la Empresas Petroleras Privadas (EPPs) mejores en el desarrollo de hidrocarburos debido a que cuentan con mejor tecnología y equipamiento que las empresas nacionales?

En contraste, y como reflejo de dicho cuestionamiento, es necesario establecer el supuesto de que una Empresa Petrolera Nacional (EPN) no garantiza que la riqueza petrolera fluya hacia el país dueño de los recursos naturales.

El repudio ciudadano que se tiene contra las EPPs, en la mayoría de los países propietarios de los recursos, provine de la idea general de que las EPNs son el mejor modelo para garantizar que los ingresos, que provengan de la exploración y producción de hidrocarburos, se mantendrá en el país, y que las empresas privadas no despojarán al país de dicha riqueza.

EPNs vs EPPs

Antes que nada, se debe entender que las actividades de exploración y producción petrolera (juntas conocidas como explotación petrolera) son el resultado de una compleja interacción política y legal entre dos de los mayores participantes: el gobierno al que le pertenecen los recursos petroleros y las empresas petroleras que exploran y producen el petróleo.[2]

En tal sentido, y como su nombre lo indica, una EPN es parte del Estado, el nivel de control gubernamental va a depender del marco legal de cada país, además del contexto político y económico en torno a la EPN. Es interesante que hoy en día, las compañías petroleras nacionales controlen aproximadamente el 90 por ciento de las reservas mundiales de petróleo y el 75 por ciento de la producción.[3]

De conformidad con lo anterior, ¿por qué deberíamos seguir argumentando sobre cuál de los dos esquemas es mejor? Sí resulta evidente el control que tienen las EPNs en el mundo. Mantener dicha afirmación sería un error, ya que lo anterior, no implica que todas las EPNs del mundo tengan un desempeño excelente en el desarrollo de tecnología, inversión, capital de riesgo o incluso en la captación de los ingresos.

Entonces, ¿de dónde viene la idea de que los EPNs podrían ser mejores que los EPPs? Probablemente, en la mayoría de los casos no tiene nada que ver con el equipamiento, la tecnología o incluso los recursos que se obtengan por la explotación, es consecuencia directa del contexto político y social al interior de cada país.[4]

Por otro lado, a diferencia de las EPPs, una compañía petrolera estatal podría ser respaldada por subsidios directos del gobierno, una característica que difícilmente podría ser compartida por una empresa privada, pero la cuestión clave es saber si los países usan dichos subsidios al petróleo para aumentar la tecnología y la infraestructura de la EPN o únicamente para mitigar los efectos del aumento de los precios del petróleo, y hacer un equilibrio falso entre los precios internacionales del petróleo y el precio de venta (dentro del país) de los hidrocarburos[5], como fue el caso, durante muchos años, en México.

Hoy en día, hay ejemplos de EPNs que pueden competir en las mismas condiciones que cualquier EPP en el mundo, por ejemplo, el caso de Statoil en Noruega o Petrobras en Brasil, que hoy por hoy son empresas de primer mundo que compiten no sólo a nivel nacional sino también internacional. Al respecto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha demostrado que muchas EPNs ahora son iguales en escala que las EPPs.[6]

No obstante, los casos citados son excepcionales, la diferencia radica en saber si las empresas estatales se encuentran bajo la completa sumisión del Estado y constituyen una dependencia peligrosa de los ingresos públicos, o si tienen la autonomía suficiente para operar como empresas privadas.

Existen dos grandes razones por los que los gobiernos deciden apoyarse de empresas petroleras internacionales para la exploración y producción. La primera, es que los estados tienen poco capital de riesgo para invertir en la exploración petrolera, que es extremadamente onerosa al mismo tiempo que riesgosa[7], sino se encuentran yacimientos petroleros o el mecanismo correcto para extraer el crudo, pues no existen muchos países que puedan soportar la pérdida de dicho capital. La segunda es, la falta de tecnología[8] para hacer la exploración y extracción, principalmente en aguas profundas, como es el caso de México.

Por otro lado, a diferencia de una empresa estatal, las EPPs tienen varias habilidades y herramientas para garantizar la maximización de los beneficios económicos, la tecnología, la experiencia (el know-how), más la libertad comercial en la toma de decisiones, la inversión de riesgo y, especialmente, no tiene funciones de gobierno.

Bajo dicha línea argumentativa, las EPPs a diferencia de las estatales no necesitan dedicar tiempo a las demandas sociales y políticas como gobierno, para ellos es una negociación y una EPP exitosa encontrará la manera de lograr a través de la gestión empresarial la manera de convenir y pactar con su contraparte, en este caso el Estado.

Pero debemos reconocer que esta es una forma simplista de ver el asunto, por supuesto, que las EPPs están involucradas en el entorno político del Estado anfitrión, pero tienen una forma completamente distinta de lidiar y manejar esos asuntos, debido al enfoque empresarial, a diferencia del gobierno que debe administrar un país y tomar las mejores decisiones para no ser deslegitimado, principalmente en países en desarrollo.

En consecuencia, ¿por qué las EPNs están bajo el control de aproximadamente el 90 por ciento de las reservas mundiales de petróleo y el 75 por ciento de la producción? La respuesta es por un tema de control territorial y político; debemos considerar el capital político que una EPN puede ofrecerle al gobierno, (algo que difícilmente podría ser provisto por una EPP) la imagen que genera entre la población las empresas nacionales, es crucial al momento de elecciones para que un gobierno mantenga o pierda el poder, así como en muchos casos los ingresos petroleros han mantenido las finanzas públicas de estados con baja recaudación tributaria.

El caso de México

Bajo dicho contexto, el gobierno mexicano se dio cuenta de que el país necesitaba un cambio profundo en sus estructuras económicas, políticas y sociales, para poder construir un proyecto de nación que hiciera frente a los desafíos energéticos del siglo veintiuno.

Con una de las primeras empresas estatales monopólicas en el mundo, Petróleos Mexicanos (PEMEX), fundada en 1938, fue el resultado anticipado de los movimientos expropiatorios y nacionalistas en diversas partes del mundo durante los años 70s[9].

No obstante, hoy por hoy PEMEX afronta uno de sus más grandes desafíos tanto tecnológicos como de flujo de capital.

Derivado de lo anterior, la Reforma Energética plantea los desafíos de garantizar la seguridad energética, controlar y regular a los participantes (Estado, EPNs y EPPs), capturar la renta petrolera a favor de la nación y asegurando la explotación racional de las reservas petroleras.

Esta Reforma estableció una nueva relación entre el Estado, las compañías petroleras internacionales y los recursos naturales de la Nación. Con respecto a los hidrocarburos, la propuesta del Ejecutivo Federal introdujo un diferente modelo de producción de petróleo, donde las empresas privadas juegan un papel fundamental.

petroleo 1Figura 1: Régimen de Exploración y Extracción de Hidrocarburos

Bajo la nueva legislación mexicana, se tienen dos regímenes el de asignaciones y el de contratos, las asignaciones sólo son autorizadas para la compañía nacional, en este caso PEMEX, y el régimen de contratos que funciona a través de EPPs o en asociación entre PEMEX y EPPs[10].

Sin embargo, el desafío más importante fue y sigue siendo la legitimación de la Reforma Energética; para el gobierno en turno, la Reforma ha implicado un desgaste inconmensurable de capital político, además del dramático descenso de los precios del petróleo, y una reforma con resultados a largo plazo ha provocado un descontento popular al respecto.

No obstante, es debido a la falta de inversión, tecnología, transparencia, corrupción y la tendencia de crear un monopolio subsidiado, que los ingresos petroleros no son percibidos directamente por la sociedad mexicana, sino por esferas privilegiadas en el poder.

No es fácil decidir cuándo mover la balanza y elegir usar una EPN en lugar de EPP o viceversa, pero se debe entender, que por décadas este ha sido un proceso cíclico donde las empresas petroleras privadas, en la mayoría de los casos, estarán a la vanguardia de la tecnología, administración y desarrollo de las industrias de petróleo y gas, y las EPNs, como parte del estado, deben aprender y colaborar con las EPPs, para de este modo poder competir por sí mismas en mercados nacionales e internacionales.

En el caso particular de México, pasó casi un siglo con el mismo esquema monopólico, que estaba asfixiando a la industria, especialmente en un país en desarrollo con falta de transparencia, tecnología e inversión del campo petrolero en aguas profundas, por lo que es una excelente oportunidad para aprender y colaborar con las EPPs, en el objetivo de garantizar la seguridad energética de los mexicanos en los años por venir y fortalecer a las Empresas Productivas del Estado.

Referencias

DECRETO por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Energía.[20/12/2103]

<http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/dof/CPEUM_ref_212_20dic13.pdf> en línea 12 de noviembre de 2017.

Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos, Diario Oficial de la Federación México publicada 11/08/2014,<http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LIH_060117.pdf> en línea 23 de octubre 2017.

Bibliografía

Cheon A, Lackner M, and Urpelainen J, Instruments of Political Control: National Oil Companies, Oil Prices, and Petroleum Subsidies(2015) Comparative Political Studies, 370.

Eller S, Hartley P, MedlockIII K, Empirical evidence on the operational efficiency of National Oil Companies (2011) Volume 40, Issue 3, Empirical Economics, <https://link.springer.com/article/10.1007/s00181-010-0349-8 >accessed 22 October 2017.

Grayson L, National Oil Companies (John Wiley, Chichester, UK, 1981)

Hunter T, ‘Access to Petroleum under the Licensing and Concession System’ in Hunter T (ed) Regulation of the Upstream Petroleum Sector: A Comparative Study of Licensing and Concession Systems (EE, 2015)

Hunter T, Chandler J, Australian Petroleum Law (LexisNexis Butterworths, 2013)

IPIECA, Local content: A guidance document for the oil and gas industry (IPIECA, 2nd edition, 2016)

Maniruzzaman A, The pursuit of stability in international energy investment contracts: A critical appraisal of the emerging trends (2008) Journal of World Energy Law and Business,Vol. 1, No. 2, 121

Marcel V, Mitchell J, Oil Titans: National Oil Companies in the Middle East (Brookings Institution Press, 2002)

Munro H, The impact of national oil companies on the energy security of OECD countries (University of Aberdeen, Dept. of Politics and International Relations, 2012)

Nolan P, Thurber M, On the State’s Choice of Oil Company: Risk Management and the Frontier of the Petroleum Industry (PESD Stanford, Working Paper #99, 2010)

Rossiaud S, Opening the upstream oil industry to private companies: An analysis based on transaction cost economics (Cahier de recherche EDDEN; n 2/2014, 2014)

Tordo S, Tracy B and Arfaa N, National Oil Companies and Value Creation (World Bank Working Paper No. 218, 2011)

* Dedicado al Dr. Moisés Romero Beristaín.

** Licenciado en Derecho por la UDLAP, egresado con Magna Cum Lande, Maestro en Derecho Constitucional y Administrativo por la UNAM, Especialista en Derecho Tributario por la Escuela Libre de Derecho. Se desempeño durante 8 años como asesor de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en el H. Cámara de Diputados. Actualmente estudia la maestría en Derecho Energético con habilidades profesionales en University of Aberdeen school of law en Reino Unido.

[1] DECRETO por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Energía.[20/12/2103]<http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/dof/CPEUM_ref_212_20dic13.pdf> en línea 12/11/17.

[2]Tina Hunter and John Chandler, Australian Petroleum Law (LexisNexis Butterworths, 2013) 14.

[3]SilvanoTordo, Brandon S. Tracy and Noora Arfaa, National Oil Companies and Value Creation(World Bank Working Paper No. 218, 2011)xi.

[4] Leslie Grayson, National Oil Companies (John Wiley, Chichester, UK, 1981) 68.

[5]Andrew Cheon, Maureen Lackner, and Johannes Urpelainen, Instruments of Political Control: National Oil Companies, Oil Prices, and Petroleum Subsidies(2015) Comparative Political Studies, 370, 377.

[6]Hugh M. Munro, The impact of national oil companies on the energy security of OECD countries (University of Aberdeen, Dept. of Politics and International Relations, 2012) 4.

[7]Tina Hunter and John Chandler, Australian Petroleum Law (LexisNexis Butterworths, 2013) 14.

[8]Ibid.

[9]Valérie Marcel, John V. Mitchell,Oil Titans: National Oil Companies in the Middle East (Brookings Institution Press, 2002) 54.

[10]Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos, Diario Oficial de la Federación México publicada en Agosto/11/ 2014,<http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LIH_060117.pdf> en línea 23 Octubre 2017.

Por: Lic. Víctor Manuel Guevara Martínez, egresado de la licenciatura en Derecho, UDLAP.

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Flujos migratorios de China en el Estado de Puebla

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China se ha convertido en uno de los principales socios comerciales de nuestro país y la población China en México representa una de las comunidades de migrantes con mayor crecimiento, de manera reciente el estado de Puebla se ha convertido en uno de los principales destinos de migraciones de origen chino ya sea legal e indocumentada. En este espacio de reflexión queremos compartir los resultados que obtuvimos en una investigación cualitativa realizada en 2013-2014 basada en la aplicación de encuestas que estudia las principales causas y orígenes de los flujos migratorios de China al estado de Puebla en tres distintos niveles de análisis: micro, meso y macro, el análisis tiene la finalidad de establecer posibles tendencias de la migración de China en Puebla en los próximos años.

El análisis estadístico realizado muestra que los patrones y la dinámica de la migración son complejos, variados y no estáticos, es evidente también que  la comunidad China en Puebla presenta características diferentes al de otros grupos de extranjeros en el estado (Alemania, España, Líbano, etc.).

Los habitantes Chinos en el estado de Puebla son una población altamente polarizada en cuanto a origen (predominantemente de la provincia de Guangdong) cuya principal motivación al establecer su residencia en México es económica (hacer negocios, conseguir empleo, etc.)  en la última década la gran mayoría viene al país porque familiares y amigos tienen más de cinco años de residir en México, la mayor parte del grupo de Chinos viviendo en México tiene como meta a mediano y largo plazo ahorrar lo suficiente y tratar de emigrar a otros países (principalmente Estados Unidos y Canadá) aunque algunos deciden quedarse y sus hijos adquieren la nacionalidad mexicana. Los migrantes Chinos en Puebla manifiestan su intención de migrar a otros paises (de alto ingreso pér capita y desarrollo económico)  pero se observa de manera generalizada que la estancia “temporal” se extiende indefinidamente y algunos finalmente deciden radicar de forma permanente en México.

 La tendencia en el crecimiento de flujo de migrantes Chinos al estado de Puebla dependerá en gran medida en las condiciones económicas y de seguridad que ofrece el país y también del creciente lazo familiar y de amistad que se presenta entre los migrantes Chinos que deciden quedarse a vivir permanentemente en el país: los factores internos  y aquellos que buscan salir de China para buscar oportunidades económicas en otros países. No podemos ignorar, sin embargo, las condiciones internas en China que motivan la migraciòn de ciudanos chinos a otros países, como lo establece el enfoque Histórico-Estructural, los procesos migratorios ocurren como características del sistema cuando estos procesos ayudan a resolver contradicciones sociales internas  y especialmente de clase en cada uno de los países (emisores y receptores), una serie de contradicciones obliga a un grupo de personas a salir de un país así como otro país con otro grupo de contradicciones atrae tales flujos migratorios. Finalmente, mientras la migración “resuelve” algunas contradicciones sociales y de manera paralela agrava o genera otras (Wolff, 2006). Como ya mencionamos, en el caso de China algunos factores como sobrepoblación, saturación del mercado de trabajo, falta de oportunidades de trabajo y falta de libertades civiles son también razones de peso para explicar los flujos migratorios de China a México.

Un análisis detallado de los flujos migratorios de China a Puebla contribuirá a mejorar el entendimiento de este flujo migratorio en transición (sur-sur a norte-sur) y tener una visión más amplia de las razones de este fenómeno transnacional.

El Dr. Gachúz Maya es Maestro y Doctor en Gobierno por la Universidad de Essex, Inglaterra, fue Rajawali Fellow en el Ash Center For Democratic Governance de la Universidad de Harvard. Actualmente se desempeña como profesor de Tiempo completo en el Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas, Puebla.

Acerca del autor: El Dr. Juan Carlos Gachúz es Licenciado y Maestro en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y Maestro y Doctor en Gobierno por la Universidad de Essex, Inglaterra. Recibió la medalla Alfonso Caso por la UNAM y la beca MacArthur-Ford-Hewlett. Fue Rajawali Fellow en la Universidad de Harvard, Puentes Visiting Scholar en la Universidad de Rice e investigador visitante en China Europe Business School (CEIBS). Fue profesor visitante en la Universidad de Mónaco. Es autor de diversas publicaciones nacionales y extranjeras y ponente en diversos foros internacionales. Es miembro de la International Studies Association (ISA), de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI) y miembro del Consejo editorial de la Revista México y la Cuenca del Pacífico. Es miembro del SNI CONACYT nivel 1.

Por: Dr. Juan Carlos Gachúz Maya.

Profesor de tiempo completo en el Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la UDLAP.

juan.gachuz@udlap.mx

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¡Viva los Talibanes!

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En el 2001 los talibanes destruyeron con dinamita y cañonazos las hermosas estatuas de Buda, que habían sobrevivido 1,500 años en Bāmiyān, mientras el ministro de información talibán, Qudratullah Jamal, declaraba irónicamente: “Este trabajo de destrucción no es tan fácil como la gente quiere pensar. No se puede bombardear, así como así las estatuas, puesto que ambas fueron talladas en un acantilado y están firmemente pegadas a la montaña”. En la famosa novela orwelliana, “1984”, el protagonista Winston Smith, que trabajaba en el “Ministerio de la Verdad”, pasaba los días reescribiendo la historia para que coincidiera con lo afirmado y deseado por “El Gran Hermano”, que espiaba de forma omnipresente la vida de todos los ciudadanos. Los “Iconoclasta” que destruían las estatuas (iconos) de los símbolos religioso o políticos para acabar con su memoria (damnatio memoria), empezaron en Egipto después del reinado de Akenatón (1353-1336 a.C.), el faraón herético que creía en un solo dios y tuvo su máxima expansión en el imperio bizantino en el siglo VIII y IX, y en fechas más reciente, después de la Reforma Protestante, el movimiento Beeldestorm, “Tormenta de imágenes”, tuvo su gran expresión en 1566 en los Países Bajos, cuando los protestantes calvinistas destruyeron las estatuas e imágenes de inspiración católica. Parece que esta deleznable tradición de tratar de remover el pasado, destruyéndolo, se ha engendrado y se está manifestando entre los “pacifistas”, activistas de los derechos humanos y sacerdotes del politically correct. Hace unas semanas les tocaron a las estatuas de los generales confederados, en particular al general Lee y hoy le está ocurriendo a Cristóbal Colón. En el Queen, New York, en un acto de tolerancia inspiradora, fue vandalizada la estatua del marinero genovés, pintarrajeada con la escrita “no hay que honrar al genocidio: demuélanla”; y otro monumento fue abatido a martillazos en Baltimore por unos sensibles defensores de la no violencia. El caso de Charlottesville, en Virginia, donde unos “supremacistas blancos” protestaron en contra de la destrucción de las estatuas del general Lee, incendió un proceso iconoclasta de revisión histórica. Claro siempre en nombre de la tolerancia y la paz, aunque las únicas suásticas los llevaban los amorosos iconoclastas, con leyenda como: “FUCK NAZI”, “KILL NAZI”, en una clara muestra de tolerancia y apertura al dialogo. Y el consejo de la ciudad de Los Ángeles, decidió de sustituir el Columbus Day, fiesta nacional de nuestros vecinos del norte, por el “Indigenueos People Day”, que sigue a una misma decisión ya tomada en Alaska, Vermont, San Francisco y a Denver. El alcalde de New York, Di Blasio, ha declarado que unos de los símbolos de la ciudad, el monumento a Colón, donado en 1892 a la ciudad por la comunidad italo-americana agradecida por las oportunidades encontradas, que domina el Columbus Circle con sus 23 metros de altura, es en realidad discriminatorio; y nombró una comisión que tiene 90 días para decidir que otros monumentos hay que destruir por fomentar el odio, la división, el racismo y el antisemitismo.

¡Viva los talibanes norteamericanos!

Otros de estos gringos-talibanes, seguramente en un ataque de amor y tolerancia, descabezaron la estatua de yeso del navegador italiano, en la orilla oriental de Hudson.

Pero, ¿qué tan buenos y tolerante fueron los primeros pobladores de América y hubo realmente un genocidio por parte de los ejércitos europeos?

Ahora sabemos que llegamos a este continente, al final de la última era glacial, por el puente de Beringia, hace 16,000 años, cuando era recubierto de hermosos pastizales y el nivel del mar era unos 150 m. más bajo que el nivel actual. Creo que pocos sabrán que unas de las especies nativas de América era el caballo, sí, como leyeron, ¡el caballo¡, y por el mismo estrecho llegaron a Eurasia, pero en sentido inverso al nuestro. Teníamos en el continente una gran fauna compuesta por mamuts lanudos, grandes bisontes, varios tipos de antílopes, alces y caribús, también tigres con dientes de sables, además de leones gigantes y manadas de lobos grises. Pero no conocían al hombre y por esto no le tenían miedo y ¿qué hicimos, en este primer encuentro de “Dos Mundos”? Nos los comimos todos, exterminándolos, como bien lo relata Peter Watson en su libro “La gran Divergencia”, del 2011. Si esto no es un genocidio no sabría decir cuál otro lo pudiera ser. Así que los primeros pobladores no eran santos que respetaban la naturaleza y convivían en armonía con ella, sino que la acabaron, sobreexplotándola, como lo hicieron los Maya hace mil años o desforestando todo su ecosistema, como lo lograron los Teotihuacanos en el VI siglo o los nativos de la isla de Pascua. Por eso cuando llegaron Colón y los demás “conquistadores”, no encontraron mamíferos de grande talla, pero ahora ya sabemos porque y donde terminaron. Raúl Bringas, en su excelente libro “Antihistoria de México”, del 2014, y que todo mexicano debería leer, cita textualmente: “la idealización del mundo mesoamericano ha cegado a los mexicanos antes los horrores de las civilizaciones prehispánicas. Sus particulares eran espantosos y superaban con creces todo el salvajismo presente en Europa. Nada llevó el sufrimiento humano a un grado tan extremo que los sacrificios Mayas. Aunque los aztecas masacraron más cautivos, no superaron los Mayas en crueldad”. Tal vez habría que cerrar el Museo de Antropología por ser un magnifico monumento a genocidas caníbales.

Por otro lado, Colón nunca pisó el continente, que en aquel entonces contaba entre quince y veinticinco millones de personas, mientras que en los territorios del actual USA y Canadá, había entre quinientos mil y dos millones de indígenas. El 90% murieron por enfermedades, especialmente la viruela, que arrasó con la población del continente. En comparación “la masacre estadunidense más famosa de toda la historia, Sand Creek, costó la vida a 133 indios…”, prácticamente nadie.

Así que creo que es mejor dejar en paz la furia iconoclasta mal dirigida de nuestros alfiles del politicaly correct y más bien reconocer que en el pasado de todo pueblo ha habido grandes tragedias, grandes crueldades, de las cuales tenemos que aprender, no borrándolas, destruyéndolas, sino poniéndolas en su justa dimensión histórica, sabiendo que es nuestra herencia, que de ahí venimos, y que hemos logrado mucho en estos últimos 500 años, en cuanto a calidad de vida, lucha a las enfermedades, esperanza de alcanzar una edad avanzada y un mundo mucho más pacífico que nunca, en toda la historia humana. El eminente historiador Alfred Toynbee, escribía hace 50 años, que, si pudiéramos vivir en el año 3,000, es muy probable que el único acontecimiento que se estudiaría como de relevancia en el segundo milenio de la historia de la humanidad, sería el viaje atlántico de Cristóbal Colon y el mundo que creó como consecuencia de su empresa. Si quieren saber hasta dónde cambió la Tierra, y que planeta se creó, les recomiendo la obra de Charles Mann, “1493, como Colón creó el mundo en que vivimos”, publicada en el 2013.

Lamentablemente sigue vigente el dicho de La Fontaine: “Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda”. La mejor definición que he escuchado del politically correct.

Acerca del autor: Ingeniero Químico de la UAEM, con maestría en computación del ITESM, Campus Morelos. Posteriormente cursó un Doctorado en Administración en el Programa del ITESM, Campus Ciudad de México y la Universidad de Texas en Austin. Es profesor del ITESM, desde 1985, Ha sido Profesor invitado en la Maestría de Administración de la Rectoría de la Universidad Virtual, de la EGADE del Campus Monterrey y del Programa de Graduados del Campus Ciudad de México, Cuernavaca, San Luís Potosí y Morelia. Ha sido expositor en diferentes programas de Educación Continua, tanto presenciales como virtuales (Programa AVE) en diferentes Campus del Sistema ITESM, y en variadas regiones de la República y de América Latina (Perú, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Panamá). Fue profesor de los “Paquetes educativos” del Sistema ITESM, impartiendo la materia de “Seminario de Análisis Económico, Político y Social” y el “Seminario de Filosofía Empresarial” en posgrado, tanto en maestría como en doctorado. Ha recibido en varias ocasiones la distinción de profesor mejor evaluado en el Campus Morelos, Ciudad de México, Monterrey y Santa Fe y en la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín, Colombia. Es fundador del Campus Santa Fe, donde fungió como director de la División de Negocios y Posgrado. Ha sido consultor en diferentes Instituciones, tanto públicas como privadas, tales como IMTA, GFT, la ONU-Méx, Línea Bancomer, Confitalia, Canacintra, Coparmex, Inophos e Infonavit, entre otras. Hasta el 2015 fue profesor de la EGADE Business School y del Executive MBA de la Universidad de Texas en Austin, donde impartió la materia de “Global Management”. Es autor del libro “Yo, el Director” de Editorial Océano y fue reconocido por la revista “America Economía” como el segundo mejor libro de gerencia en español del 2010 y primero en Latinoámerica. Próximanente saldrá con la misma editorial la publicación del libro “Santo Tomás, CEO. Liderazgo Basado en Virtudes, (Virtues Based Leadership, VBL)”. Premio 2103 de Ex-a-Tec Nacional, en los festejos de 70 años del Tecnológico de Monterrey, a “Profesores que dejaron Huella”. Actualmente es profesor de tiempo completo del Departamento de Administración de la UDLAP.

Por: Dr. Mario De Marchis Pareschi.

Profesor de tiempo completo del Departamento de Administración de la UDLAP.

mario.demarchis@udlap.mx

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Una reflexión sobre el “nuevo” sistema de pensiones en México

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Si bien es cierto que ya son 20 años del cambio en el sistema de pensiones en México, resulta necesario hacer una reflexión sobre lo que significa para los mexicanos este cambio y como nos impactará en el momento del retiro.

Hasta 1992, el sistema de pensiones para los mexicanos afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se basaba en un esquema de beneficio definido; es decir, sabían de antemano cuanto iban a recibir de pensión de por vida, llegado el momento de la jubilación. Debido a los cambios demográficos que indican el incremento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad, aunado a las altas promesas de pensiones y las bajas tasas de contribución de los trabajadores, dichos planes de pensiones no podían ser sostenidos. A partir de 1997 el esquema de beneficio definido fue reemplazado por uno de contribución definida.

Los trabajadores que cotizaron al IMSS antes del 1º de julio de 1997 pueden optar por el régimen de 1973, el cual les garantiza una pensión 100% del promedio de su salario base de cotización (SBC) de los últimos cinco años, si cuentan con al menos 500 semanas cotizadas y 65 años de edad; mientras que los trabajadores que cotizaron después de esa fecha, deben realizar aportaciones periódicas a su cuenta individual en una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) y requieren un mínimo de 1,250 semanas cotizadas (25 años aproximadamente) y tener 65 años de edad para obtener su pensión, misma que dependerá del monto acumulado en su Afore.

Los trabajadores del estado, que cotizaron antes de la entrada en vigor de la nueva Ley del ISSSTE (2007), pueden apegarse al Artículo Décimo Transitorio de la misma Ley, dónde necesitan al menos, 28 años de cotización para mujeres y 30 para hombres. El monto de la pensión se calculará considerando el sueldo base del último año inmediato al año de baja y edad mínima (en el año 2010) de 49 años para mujeres y 51 para hombres, la edad se incrementa un año, cada año par; en 2017 la edad mínima de jubilación para mujeres es de 53 y para hombres de 55; estas edades se incrementarán hasta llegar, en el año 2028, a 58 años para mujeres y 60 para hombres. Los trabajadores que cotizaron después de la entrada en vigor de la nueva Ley tendrán que apegarse al esquema de las Afores.

En este momento en que aún no vemos el impacto real en los ingresos de los pensionados por estas nuevas leyes, estamos a tiempo para reflexionar sobre las medidas a tomar para “completar” nuestra futura pensión.

Acerca del autor: En el campo laboral ha trabajado como Consultor Independiente de Riesgos, en dónde realiza trabajos de consultoría a las Compañías del sector financiero, como Bancos, Aseguradoras y Reafianzadoras, en la implementación de Gobierno Corporativo y documentación de los procesos que acompañan al mismo. Imparte cursos y asesoría en temas relacionados con Solvencia II y Basilea III, Administración de Riesgos financieros y no financieros. También realiza auditorías de riesgos a Bancos, aseguradoras y afianzadoras. Ha impartido cursos a La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en temas como Administración del Riesgos de crédito y Productos financieros Derivados. Trabajó en el Fideicomiso de Fomento Minero (FIFOMI), como encargada del Área de Administración de Riesgos en dónde realizó el Manual de Políticas, Procedimientos y Metodologías para la Administración Integral de Riesgos, desarrolló políticas y procedimientos para determinar, mitigar y controlar los riesgos de mercado, crédito, liquidez, operacional, tecnológico y legal; así como las metodologías aplicables para el cálculo del Valor en Riesgo de Mercado, Crédito y Liquidez. Realizó análisis de crédito de los posibles clientes, para determinar la viabilidad de sus créditos; así como el desarrollo metodologías para determinar la probabilidad de incumplimiento de los mismos. Fue nombrada en el FIFOMI como Oficial de Cumplimiento en materia de Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo, redactando el manual correspondiente. Académicamente es profesora de Tiempo Completo de la Universidad de las Américas Puebla, ha sido profesora de tiempo parcial en la Facultad de Ciencias de la UNAM y en la ENP de la UNAM por 20 años, está certificada como asesora en línea por UNAM en diversas materias de matemáticas y economía.

 

Por: Dra. Nora Gavira Durón.

Profesora de tiempo completo del Departamento de Banca e Inversiones, UDLAP.

nora.gavira@udlap.mx

 

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El apocalipsis minorista en Estados Unidos

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A finales del verano de este año fue ampliamente comentado por la prensa norteamericana el numeroso cierre de sucursales de cadenas minoristas y la quiebra de tiendas en Estados Unidos, a tal grado que se mencionó un apocalipsis minorista. Para final de este año se espera que cierren más de 5,300 tiendas, principalmente en los estados de California, Texas y Florida, siendo las tiendas de ropa y accesorios y las de electrónicas las más numerosas, ya que cadenas como The Limited, BCBGMax Azria, American Apparel y Radioshack están en bancarrota. Payless Shoe Source, Teavana, Bebe, JC Penney, Sears, Foot Locker, Office Depot y Michael Kors, entre otras cadenas, han anunciado el cierre de más de cien sucursales cada una, a lo largo y ancho de Estados Unidos.

Inicialmente se señaló como culpable de esta situación en el mercado al comercio electrónico, y especialmente a Amazon, pero la respuesta es más compleja, como lo es comúnmente. Desde 1931 se estableció, por Malcolm McNair, la hipótesis de que el comercio minorista cambia estructuralmente de forma cíclica y circular, en un proceso de tres fases. En la primera fase las nuevas firmas entran al mercado con bajos márgenes, bajos precios, pocos servicios y amenidades, y tiendas simples de bajo status. A medida que las tiendas se vuelven más competitivas y tienen más ganancias, mejoran su oferta con más y mejor mercancía, diseño, layout, servicios, amenidades y más altos precios, lo que constituye la segunda fase. En la tercera fase, estos minoristas pasan a ser tiendas de precios altos, vulnerables a las nuevas entradas con bajos precios. Esta hipótesis se denomina la rueda del comercio minorista y es una de las más conocidas de mercadotecnia, tan reverenciada y revisada como detractada y rechazada, y la más conocida en el área del comercio minorista. A lo largo de casi cien años ha sido numerosamente revisada y discutida y ha sido aplicada incluso en áreas económicas diferentes. Si bien se sigue discutiendo, se reconoce que logra describir un fenómeno que ha sido frecuentemente observado, mientras que se critica que se enfoca a una sola dimensión de la oferta de los minoristas: el precio. Como Brown menciona, y similar al ciclo de vida turístico, la principal aportación de la rueda del comercio minorista es un recordatorio del ambiente dinámico y altamente competitivo en que están inmersos estos negocios y que deben anticiparse a cambios en el mercado, adaptarse y cambiar ellas mismas o enfrentarse a un inevitable declive. De acuerdo con Dickinson, otras lecciones de esta hipótesis incluyen la gran importancia del control de costos, el inevitable surgimiento de nuevas formas de competidores y competencia, que las ofertas de alto precio permiten el crecimiento y éxito de ofertas de bajo precio, el constante cambio de los mercados, y lo efímero del éxito.

Así que, aún cuando el cierre de ciertas tiendas en pequeñas poblaciones de Estados Unidos cambiará la vida de sus habitantes, esta “hecatombe” se entiende más como un proceso de ajuste de los negocios al mercado, por medio del cual el comercio minorista como lo conocíamos cambiará. Si bien para muchos es dramático el cierre de una tienda o un centro comercial presente en su vida por muchos años, el mercado siempre cambia. Ahora se reconocen dos grandes conductores del mal llamado apocalipsis minorista: el crecimiento del comercio electrónico guiado por Amazon, quien no sólo ofrece precios muy bajos sino que ha facilitado enormemente las transacciones y ofrece un excelente servicio al cliente; y el cambio en el consumidor, que se enfoca más a las experiencias, prefiriendo gastar en un viaje o una comida, a gastar en ropa o bienes muebles; incluso en el comercio minorista tradicional, los consumidores prefieren aquellos comercios que le permiten vivir una experiencia cuando compran o que les hacen una oferta más atractiva. Algunas conocidas tiendas de descuento tienen planes de abrir más sucursales, como TJ Maxx. El gasto del consumidor en comercio detallista en Estados Unidos sigue creciendo, y se espera, también para fines de este año, la apertura de más de 4,000 nuevas tiendas y un crecimiento de las ventas mayor al del año pasado.

  Acerca del autor: La Dra. Revilla tiene el grado de Doctor en Filosofía con la especialidad en Administración de la Hospitalidad por la Texas Tech University. Obtuvo el grado de Master in Science con especialidad en Administración de Restaurantes, Hoteles e Instituciones por la misma universidad y los grados de Master Internacional en Turismo por la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y Maestría en Ciencias Administrativas, por el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Se graduó de la licenciatura en Mercadotecnia del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey, con mención honorífica. Ha publicado en el Journal of Travel Research y en el International Journal of Hospitality and Tourism Administration.

Por: Dra. Guadalupe Revilla Pacheco.

Profesor De Tiempo Completo, Turismo, UDLAP.

guadalupe.revilla@udlap.mx

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La tecnología usada para apoyo a ciudadanos después del sismo 19s

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El desarrollo tecnológico per sé no garantiza el progreso, su importancia radica en el uso/aplicación que se le da no sólo en la vida diaria sino en casos de crisis. La tecnología se convierte en un recurso importante para el apoyo a ciudadanos después de desastres como un sismo. Comparando el pasado sismo del 19S con el de 1985, podemos darnos cuenta del gran avance de la tecnología que está al alcance de los ciudadanos comunes. La prensa nacional ha difundido historias impresionantes de las cuales resaltan dos aspectos:

El primero es la localización de personas. La búsqueda de familiares y amigos es mucho más rápida y práctica. En comparación con anuncios de periódicos y la búsqueda presencial, las redes y telecomunicaciones facilitan esta labor. Es verdad que la telefonía fija y celular estuvo sin servicio durante un tiempo después del sismo, pero la mensajería instantánea como Whatsapp y Google Hangouts cuyo funcionamiento depende de tener el servicio de Internet ya sea por datos móviles o redes inalámbricas WiFi fueron los medios más usados (1). Adicionalmente, las empresas Facebook y Google habilitaron herramientas para la localización de personas (2).

El segundo aspecto es el soporte a los ciudadanos después del desastre. Después del sismo la ciudad se puede volver caótica, es difícil saber qué hacer, a dónde dirigirse para estar seguro. La recaudación de datos de forma colaborativa entre instituciones y ciudadanos, provee información sobre dónde encontrar albergues, saber que edificios están dañados, conocer los accesos al tráfico y puntos con internet Wi-Fi. La información está a disposición de manera abierta para cualquier persona que tenga acceso a internet para poder visualizarlos (3).

Durante el pasado sismo, las redes sociales fueron unas de las herramientas de colaboración más usadas por los ciudadanos para organizarse y ayudar. Un ejemplo fue twitter con la circulación del hashtag #RevisaMiGrieta para el apoyo de especialistas que pudieran determinar la gravedad del daño de los edificios, los damnificados mandaban una foto para que los expertos los evaluaran (4). Éstos son algunos ejemplos de cómo herramientas tecnológicas ubicuas como los teléfonos inteligentes con cámara y mensajería facilitan la labor de apoyo a desastres como el sismo, habría que analizar qué hacer cuando la infraestructura eléctrica se dañe como lo es con el paso de un huracán, el caso más reciente Puerto Rico.

 

Referencias

(3)Mapeo colaborativo https://datos.gob.mx/busca/dataset/mapeo-colaborativo-sismo-19-s

(4) Soporte expertos

https://twitter.com/hashtag/RevisaMiGrieta?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fwww.unotv.com%2Fnoticias%2Fportal%2Fnacional%2Fdetalle%2Fcon-revisamigrieta-expertos-ayudan-a-la-poblacion-tras-sismo-915328%2F 

Acerca del autor: Acerca del autor: Inicia su desarrollo profesional en el campo de Tecnologías de Información en los sectores de Servicios Financieros y Automotriz. Ha participado en proyectos internacionales de automatización de procesos de negocios y definición e implementación de estrategia en México, Alemania, Canadá y Reino Unido. Inicia su carrera académica con la UDLAP como Profesor-Investigador en el departamento de Administración de Empresas y sus líneas de investigación son: Innovación abierta, Hardware de código abierto, comunidades de usuarios, innovación-emprendimiento social y espacios de innovación.

Por: Mtra. Altair Hazel Marroquín Cruz.

Profesor De Tiempo Completo en la Licenciatura de Administración De Empresas, UDLAP.

altair.marroquin@udlap.mx

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El algo que se nos viene: ansiedad nacional

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Espacio en el que ha aparecido el artículo y fecha en que ha sido publicado: e-consulta (25-05-2018).

 

En estos momentos de campaña parece existir un suspenso sobre el futuro que tomaremos como nación en las estas elecciones. Sin importar la decisión o indecisión de cada uno de nosotros, vive hacia nuestros adentros una sensación de que “algo se nos viene.” Esa increpante angustia se ve constantemente alimentada con una creciente e incisiva ola de opiniones, distractores, intereses y lluvia de comentarios con la que nos vemos bombardeados a todo momento.

Independientemente de la naturaleza de “ese algo que se nos viene,” de quien gane, o de la preferencia del lector por un candidato u otro, me he tomado la libertad de clasificar el resultado en tres posibles escenarios. Con esto, y dada mi naturaleza ansiosa, me es posible prepararme para cualquiera de los resultados sin caer en una histeria.

El primer escenario es para un servidor el que cuenta con mayores probabilidades de ocurrir. Es decir, independientemente del candidato que gane, todo sigue generalmente igual sin impactar significativamente la vida del ciudadano común y corriente. Cambiarán los nombres de las personas o de las instituciones, pero el resultado en general será el mismo. En otras palabras, lo podría poner como mismo pueblo y mismo gobierno (solo que este último con diferente color).

Un segundo escenario con menores probabilidades es ver un cambio positivo en México palpable. Un crecimiento acelerado de la economía que se vea reflejado en la mayoría de los bolsillos de los mexicanos. Un estado derecho que brinde confianza y justicia basado en leyes que se respetan. En fin, tendríamos que ver una estrategia como la han seguido otros países (Corea del Sur, por ejemplo) aplicarla y conseguir las metas planteadas. Cabe la pena mencionar que, por definición, este escenario podría representar el tercer escenario para algunos.

Mi tercer y último escenario, desde mi perspectiva también con pocas probabilidades de ocurrir, es el catastrófico: una crisis generalizada. Se cae la economía, se van las inversiones, el estado derecho se vuelve autoritario, y conseguir aquello que hoy se tiene para vivir en cada uno de los hogares se convierte en un viacrucis. Las cúpulas por supuesto siguen existiendo, pero se reduce el acceso a las mismas, ni corrompiendo a las autoridades se obtiene justicia. Al igual que el caso anterior, existe la posibilidad de que estas nuevas cúpulas vean este escenario por beneficio propio como el segundo.

Habrá quien justificadamente pueda argumentar (un servidor entre ellos) que para conseguir el deseado primer escenario es necesaria una dosis del tercero. No se puede dar el primer escenario sin sacrificar algo, sin apostar a una estrategia decidir un rumbo, objetivos y prioridades. ¿Queremos hacer ese ejercicio como nación? ¿o nos puede ser esta una medicina más dolorosa que la enfermedad?

Kahneman, psicólogo que ganó el premio nobel de economía, argumentaría que a menos que dicha medicina represente significativamente mejoras en comparación a las desventajas de tener que tomarla, preferiríamos no tomarla. Entonces vuelvo a preguntar ¿qué tan enfermos estamos como país? ¿Somos un enfermo terminal o simplemente tenemos un resfriado? y al mismo tiempo ¿es esta medicina un jarabe de mal sabor o una cirugía mayor?

La escritora inglesa Virgina Woolf decía que tomar con ansiedad es comparable a ser un niño perdido que no sabe a dónde ir. Espero que este pequeño texto sirva a todos aquellos que, como yo, vemos un vasto número de imperantes áreas de oportunidad en nuestro país, pero que al mismo tiempo damos gracias por las oportunidades que tenemos aquí mismo.

 

Acerca del autor:

Profesor asociado senior de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas Puebla desde el 2016 y Director de posgrados desde 2017. Actualmente también colabora con el Centro de Estudios para América Latina de la Universidad de Cornell. Ingeniero en Sistemas Computacionales por la Universidad de las Américas en el 2000, y la Maestría y Doctorado en Ingeniería y Administración de Sistemas por Texas Tech University. De 2007 hasta el 2016 fue Director de posgrado y Director de Ingeniería para el Tecnológico de Monterrey en los Campus de San Luis Potosí y Veracruz. Su área de interés en investigación se centra en el entendimiento y análisis de sistemas productivos para su mejora, con un énfasis en emprendimiento, pequeñas empresas e impacto social. Colaborador a nivel de desarrollo y vinculación académica de Nestlé y Wal-Mart de México. El Dr. Barroso es miembro del IIE y ASEE además de ser Alpha Pi Mu y Tau Beta Pi por Texas Tech.

 

Por: Dr. Luis Alberto Barroso Moreno

Profesor en el Departamento de Administración de Empresas de la Universidad de las Américas Puebla.

 

luis.barroso@udlap.mx

 

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El costo y el valor de los parques

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Si revisamos, aunque sea someramente, el crecimiento de la ciudad de México, desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, veremos que cada nueva colonia que se agregaba a la traza original de la ciudad o que cada pueblo que era conurbado tenía parques, si pensamos en algunos ejemplos de colonias del centro o sur de la ciudad como Polanco, Juárez, Condesa, Roma Norte. Roma Sur, Alamos, Del Valle, Tlacoquemécatl, Narvarte, Acacias, Letrán-Valle, Mixcoac, Nápoles, San José Insurgentes, San Pedro de los Pinos, Coyoacán, San Ángel y casi cuantas se nos puedan ocurrir identificaremos uno o más parques, de acuerdo a las dimensiones de la colonia, que servían como pulmones, pero también como centro de diversión para las familias. Lo anterior sin contar con que las dimensiones de la ciudad todavía permitían que familias de todos los niveles socioeconómicos utilizaran el Bosque de Chapultepec como un lugar de recreo periódico. No era raro ver a las familias hacer auténticos días de campo en las áreas verdes que rodeaban al Zoológico y que luego fueron las segundas y terceras secciones del bosque. Lo anterior, sin contar con áreas arboladas en abundancia que también han ido desapareciendo o, cuando menos, no se ha estimulado que las diversas aceras cuenten con un número razonable de árboles en cada manzana.

Al igual que con otros elementos citadinos, los mercados, por ejemplo, los nuevos fraccionamientos fueron omitiendo los parques o, mejor dicho, las autoridades permitieron que los fraccionadores no cedieran un espacio dentro de la nueva urbanización para este fin. Ahora se habla como de algo muy notable y gesto dadivoso de la autoridad el dedicar un área verde a estos fines, pero al mismo tiempo se denuncia que secciones del Bosque de Chapultepec están abandonadas. La ciudad se llena de estacionamientos de centros comerciales que no tienen o tienen muy pocos árboles.

Hay elementos de la ciudad que deben tener un costo alto, pero cuyo valor es inestimable. Tendemos a ver a los niños jugar en los centros comerciales, los restaurantes tienen que crear áreas con juegos infantiles y las escuelas mismas han de preocuparse por ello, ya que los parques se van convirtiendo en algo cada vez más difícil de encontrar.

Hay ciudades de nuestro país, que prácticamente no tienen parques, el Puerto de Veracruz, casi carece de ellos, me dirán que es el clima o cualquier otra razón, pero hay muy pocos. En la ciudad de Puebla puede identificarse claramente áreas importantes del trazado de la ciudad donde hay parques y después desaparecen, obviamente esto último sucede en las secciones nuevas.

Los tiempos cambian o estamos dejando que cambien y lo que es peor se deterioren.

Acerca del autor: Contador Público con estudios de Maestría en Administración y candidato a Doctor en Educación. Con más de 40 años de experiencia docente y profesional en contabilidad, costos, análisis financiero y auditoría. 291 cursos impartidos en diversas universidades, de los cuales el 88% ha sido a nivel licenciatura y el resto en maestría. 194 módulos de diplomado impartidos a personal de diversas empresas. Autor de los libros “Contabilidad 1”, “Costos” y “Contabilidad Administrativa” con editorial Pearson. Articulista en diversos periódicos y autor de su propio blog “Visión Financiera”. Coordinador de las materias Contabilidad Financiera, Contabilidad de Costos, Análisis de Costos y Contabilidad Gerencial.

 

Por: Mtro. Francisco Javier Calleja Bernal.

Profesor de tiempo completo del Departamento de Finanzas y Contaduría UDLAP.

francisco.calleja@udlap.mx

 

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¿Cuál es el papel de las acreditaciones en la educación?

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Espacio en el que ha aparecido el artículo y fecha en que ha sido publicado: e-consulta (13-10-2016).

De forma general una acreditación involucra un reconocimiento social de buena reputación o imagen, y por ello los procesos actuales de acreditación son un requerimiento fundamental porque están destinados a garantizar calidad y proporcionar credibilidad respecto a la educación y sus resultados. Con esto surge el interés por evaluar y acreditar la calidad educativa en las instituciones de educación superior y no solamente en ellas, sino también en la enseñanza básica e intermedia.

Hoy los procesos de evaluación y acreditación son percibidos como sinónimo de garantía de calidad, según determinados estándares nacionales e internacionales que se toman en consideración, y a las acreditadoras se les atribuye el privilegio de elaborar lineamientos generales, objetivos y propuestas operacionales sobre la calidad de la enseñanza, facilitando la perspectiva y las prácticas de acreditación. Por ello se piensa que la acreditación de la calidad en la enseñanza puede tener ciertos límites, puesto que se remite normalmente a resultados objetivos y comparables, sin tomar en consideración de manera efectiva algunos argumentos, valores, actitudes y competencias sociales como compromisos con las comunidades locales o bien proyectos y realidades de nuestro país que son fundamentales.

Uno de los principales problemas que pueden enfrentar los procesos de evaluación y acreditación es la burocratización. En ocasiones las instituciones educativas se sienten agobiadas por normativas excesivas por parte de los organismos de acreditación, que solicitan informaciones minuciosas y un cumplimiento con numerosas exigencias formales. Pero todo esto es muy necesario, ya que, para cumplir con ello, se debe incluir a toda la comunidad institucional, desde el personal administrativo, estudiantes, académicos y directivos, debiendo tomar en cuenta las relaciones internas y externas de la institución para con sus egresados, la sociedad y los empleadores. Por lo que se antoja establecer procesos de reflexión y debates públicos. Estos procesos deben incluir elementos de integración, cooperación técnica y académica entre instituciones, organismos y gobiernos.

Las instituciones de educación superior (IES), sobre todo en países en vías de desarrollo, no han logrado adecuarse con la suficiente celeridad a lo requerido por la complejidad propia de la sociedad actual, y con esto surge la realidad en los sectores productivo y social que cuando emplean a algunos de los egresados de las instituciones educativas, no se encuentran preparados para las nuevas exigencias del mercado laboral.

Para los empleadores es importante que las IES tengan la acreditación de sus programas de estudio, puesto que en la actualidad es una exigencia el dominio de competencias específicas que combinen la calificación académica con la aptitud para trabajar en equipo, la iniciativa, la creatividad y la disposición para asumir riesgos por parte de los estudiantes, de tal manera que el proceso de ajuste al ritmo del progreso tecnológico hace necesario y urgente formar profesionales capaces de generar y utilizar críticamente el conocimiento y manejar con eficiencia la tecnología.

Por lo tanto, las acreditaciones se deben fortalecer convirtiéndose en un vínculo que logre abrir la puerta a la movilidad, la homologación de carreras entre las instituciones, el desarrollo de programas académicos conjuntos, y aún más, lograr en los próximos años que la calidad en la educación se dé tanto en las instituciones privadas como en las públicas. Por ello, el objetivo indiscutible a lograr es que los estudiantes obtengan la calidad requerida en su preparación académica para poder desempeñarse debidamente en función de las expectativas y exigencias actuales de la sociedad y del mercado laboral. ¿No lo cree Usted así?

 

Acerca del autor: egresado de la Licenciatura de Administración de Empresas de la Universidad de las Américas, Puebla. Recibió el grado de Maestría en Administración de Empresas en la misma Universidad). El Doctor Idoyagabeitia ha ocupado diversas posiciones a nivel directivo en varias Instituciones. En el Banco de Puebla, S.A. fue Gerente de Relaciones Públicas, Gerente de la División Internacional, Gerente de Banca de Desarrollo, manejando los principales fideicomisos para el apoyo a las empresas medianas y pequeñas (Pymes), y Gerente de Capacitación y Desarrollo. En el H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla fue Director General de Desarrollo Económico del Municipio, manejando las áreas de fomento agropecuario, ganadero, forestal, pesca, industria, comercio, turismo, artesanías y proyectos técnicos de desarrollo económico, paralelamente participó en el Proyecto de Descentralización y Comercialización de la Nueva Central de Abastos de Puebla como líder del mismo. Es Miembro del Comité Técnico de la ANFECA y Miembro del Consejo Nacional Directivo de la ANFECA. Además, es Evaluador del Consejo de Acreditación en la Enseñanza de la Contaduría y Administración (CACECA). En relación al campo de la investigación, ha participado como ponente en prestigiosos foros nacionales e internacionales en México, Estados Unidos de Norteamérica, América Latina y en Europa.

Por: Dr. Rafael Idoyagabeitia García

Profesor de tiempo completo del Departamento de Administración de Empresas de la UDLAP
 

rafael.idoyagabeitia@udlap.mx
 

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Semiótica de la comunicación de masas. El lenguaje de los símbolos en el branding y su relación con la semiótica

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Introducción

Este trabajo consiste en el análisis de una relación que hay entre el tema de “Semiótica de la comunicación en masas” y como existe una relación con el “branding”, que es el tema que se ha escogido. Con este estudio pretendo dar a conocer si en verdad existe una relación entre estos dos temas seleccionados, sus derivaciones y dar a entender porque la semiótica está presente en nuestra vida cotidiana. El aprendizaje humano y reconocimiento del mundo externo está sujeto a la captación de estímulos sensibles y su registro en distintas áreas del cerebro. De manera que un conjunto de capacidades biológicas y estructuras cognitivas son los responsables de dar entendimiento, significación y emocionalidad para vincularnos con nosotros mismos, otros individuos, objetos, naturaleza, nuestro desempeño social y el uso de herramientas o tecnologías, entre otros aspectos, en un mismo espacio tiempo cognoscitivo, biológico y social.

 

¿Qué es la semiótica de la comunicación en masas?

Semiótica y comunicación:

La comunicación debe ser entendida como una acción derivada del modo de ser del hombre. Dado a que el hombre es un ser social, es por eso que esta organización estructurada no hubiera sido posible sin la capacidad de “comunicarse” con otros hombres. A lo largo de la historia se ha ido encontrando procedimientos y tecnología muy diversas por el hombre, es decir la historia del hombre es la historia de la comunicación. Por otra parte, también el hombre ha encontrado distintos procedimientos para comunicarse. Uno de los más tempranos fue su capacidad para elaborar imágenes que de alguna manera se asemejan a las realidades que trataban de representar. Los procedimientos de comunicación han estado muy ligados a las herramientas, a la tecnología. “Salvo el lenguaje hablado y los gestos, es decir, naturalmente hay tecnología que permiten la grabación y reproducción del lenguaje hablado y de los gestos, pero el habla en sí misma depende de nuestro aparato fonador, y los gestos, del movimiento de nuestro cuerpo.”

La tecnología ha permitido al hombre comunicarse con otro que están alejados bien en el espacio, bien en el tiempo o en el espacio-tiempo. Hoy apenas concebimos la comunicación si no está mediada tecnológicamente. Estos procesos de comunicación son el objeto de estudio que se ha llamado Ciencias de la Comunicación y de la Información. Aunque lo que denominamos “Semiótica” no es considerada normalmente como “una ciencia de la comunicación” en realidad su objeto es también la comunicación. Semiótica, los especialistas la definen como una disciplina que se ocupa de la semiosis, es decir, de los procesos de construcción del sentido, y cuando se habla de “sentido” nos referimos a lo que en otras ocasiones se denomina “significado”, solo que nosotros nos referimos a los significados que adquieren nuestras expresiones en situaciones concretas de comunicación. Se puede decir que la semiótica se ocupa de las prácticas sociales en tanto en cuando son productoras de sentido y, dentro de ese contexto, de las prácticas características de la cultura de masas que son prácticas de construcción del sentido en una sociedad que, en la actualidad, tiende a ser global en muchos aspectos.

 

Análisis de la información

Constantemente el cerebro humano está usando señales y símbolos, así permitiéndoles cada vez hacer atajos cognitivos para llegar a una idea sin necesidad de explicarla cada vez. Aquí es donde entrar las marcas, estos atajos de los que hablamos son importantes por como los consumidores percibimos determinadas identidades y categorías. Una vez establecidas llega a ser muy difícil para uno cambiarlas. Cuando compramos, decodificamos los símbolos que revimos en base a muestro aprendizaje. Tamaño, forma y material del envase pueden hablar del uso del producto; el color a menudo evoca la propia marca y su categoría.

Elementos Semióticos = Marca signo internacional

Con una carga semiótica, es decir, con un significado, que es relativa a una persona, institución u organización. Esta se distingue de dos pasos muy importantes que son:

Signos internacionales: Voluntad de comunicación e información entre seres humanos.

Signos casuales: acciones aleatorias causadas por fenómenos físicos, químicos o de otro tipo.

Se logrará a través de:

  1. Empaques
  2. Exhibidores
  3. Material punto de venta
  4. Medios de difusión visuales

Semántica de la marca

Situaciones primarias de marca, situaciones de marca espontanea, cada una de las marcas comunica, habla de su referente en ausencia. De esta manera las marcas quedan planteadas como signos.

Pragmática de la marca

El sentido de un mensaje se concreta en la totalidad de contenidos que se trasmiten en una comunicación concreta.

Enunciado o marca pragmática = mensaje desde todas las instancias del acto comunicativo.

Interpretación de la marca

El verdadero valor de las marcas se encuentran sólo en las mentes de los consumidores. Establece que el valor de una marca se incrementa con forme los mercados adquieren una mayor conciencia de ellas, es decir, el reconocimiento (ya se había visto el símbolo) o recordación, es decir, que marcas recuerdo en una categoría de producto).

El cliente favorece el producto cuyo nombre conoce, aun cuando solo le resulte vagamente familiar.

Conclusión

Básicamente, esta semiosis es construida por distintos procesos de comunicación que dieron a conocer los rasgos de identidad propios y característicos de la misma, ya sean culturales, simbólicos o visuales. Joan Costa llamó a esta gestión “la nueva cultura de los intangibles” lograda por la profesionalización estratégica del management en comunicación dentro de las organizaciones; mientras que Justo Villafañe la denominó “la Gestalt Corporativa”, como el proceso de conceptualización de un conjunto de inputs transmitidos por una organización. La gestión de la personalidad corporativa crea a la realidad institucional.

Se dice que detrás de cada marca existen determinadas necesidades que deben ser resueltas, ésta es la materia prima para la construcción de la marca y se forja con la imagen mental incluida en ciertos grupos objetivo de consumidores mediante el manejo de diversos elementos de comunicación.

La semiótica es un campo de estudio con apenas un siglo de historia que permite romper el código de las percepciones visuales y verbales, y ofrece un marco general de coherencia. En el branding, donde la semiótica está empezando a dar sus primeros pasos, puede utilizarse para guiar las elecciones estratégicas, ayudando a las marcas a encender cómo funciona la comunicación en un sistema que no nos es familiar. Además, las marcas están empezando a confiar más en esta disciplina a medida que se adaptan a nuevas realidades globales y digitales.

Y tiene sentido: la semiótica va más allá de las fronteras, descifra códigos multiculturales e identifica estrategias clave que finalmente desembocan en el mejor nombre posible para un producto.

 

Por:Luisa Mariana Morales Martínez.

 Estudiante de la Licenciatura en Comunicación y Producción de Medios y la Licenciatura en Comunicación e Imagen.

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Fraccionamientos cerrados: medievalización interior

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El crecimiento vertiginoso de las ciudades –más en Latinoamérica– las ha convertido en un territorio difuso, cuya lectura y gestión se hace cada vez más difícil de realizar. En este sentido, la expansión de los centros urbanos ha llevado al hombre a refugiarse en enclaves fortificados, intentando ubicarlos dentro de un espacio con dimensiones que le permiten reconocerlo y reconocerse a sí mismo dentro de él, pero que niega la condición de lo urbano.

Este modelo de crecimiento urbano se haya presente en muchas ciudades de Latinoamérica, por razones: económicas (bajo valor del suelo en las áreas periféricas) y sociales (reforzamiento de su identidad y búsqueda de una mayor seguridad) y ambientales (materialización de la ciudad jardín); este modelo presenta en todos ellos una lectura física similar: espacios contenidos por una muralla y vinculados a la ciudad de manera limitada y controlada. En estos momentos en que las ciudades se expanden, las culturas del mundo interaccionan unas con otras; la velocidad de los mensajes lingüísticos y visuales es mayor a la rapidez con la que son asimilados; puede decirse que se está en la búsqueda de un «refugio» en el cual poder encontrarse a sí mismos. ¿Pero será ésta una excusa para la aparición de los conjuntos cerrados, los cuales se venden como «refugios» de una ciudad estresante e incontrolable?

La dimensión social de estos conjuntos está anulada, a la vez que niega la heterogeneidad, parte esencial de lo urbano. Pese a este cambio, en la concepción de la ciudad, sigue prevaleciendo la diversidad, las transacciones culturales, los conflictos, cuyo espacio de manifestación continúa siendo lo «público»; un concepto que actualmente se redefine y muchas veces anula. Se asiste, entonces, a lo que Rogers (2001) ha denominado, la complejización del proceso de urbanización o de las dinámicas internas de la ciudad, que ahora como nunca superponen a las necesidades sociales o del conjunto, las necesidades de individuos o grupos concretos. Es indispensable conciliar las actividades de la condición metropolitana con la necesidad que tiene el hombre de recrearse. Pero la evolución de las ciudades hacia formas territoriales más complejas ha originado enormes desigualdades que se materializan en el territorio y que tienden a fragmentar los espacios urbanos, impidiendo la integración de las relaciones sociales y produciendo, asimismo, la desvalorización de los espacios públicos o la privatización de éstos.

Es importante señalar que no se tiene una respuesta definitiva a dichos cambios en las estructuras territoriales y sociales de la ciudad. Sin embargo, está claro que las ciudades seguirán siendo un lugar de contradicciones socio-económicas, políticas, donde conviven diversas culturas y con desequilibrios territoriales, por poseer una dinámica urbana en constante mutación. Las relaciones humanas son complejas y las ciudades son reflejo de ellas.

Podría pensarse que en las ciudades latinoamericanas se está produciendo lo que denominó Park como áreas naturales (citado por Remy et al., 1976), siendo éstas la manifestación de tendencias inherentes a la situación urbana, dándose en ellas un proceso de selección social y de segregación. Dichos procesos ocurren dentro del contexto nacional de cada una de ellas, así como en el contexto global, el cual es mucho más excluyente. Muchos de los cambios urbanos que experimentan las ciudades se materializan en su periferia. Este territorio se ha convertido, pues, en un lugar de complejidades urbanas y sociales, donde debe comenzarse un proceso de caracterización de sectores, no a través de los nuevos modelos residenciales y de los artefactos urbanos, sino con la redefinición de sus espacios públicos, siendo éstos la suma de los sectores y fragmentos representativos del entorno urbano de la ciudad. No se puede seguir pensando que la periferia es un espacio residual de la ciudad, es ahora un lugar con potencialidades urbanas y superposición de conflictos.

Acerca de los autores:

  • Dra. Astrid Petzold Rodríguez, arquitecta, Universidad del Zulia (Maracaibo, Venezuela). Diplomado en Asentamientos Humanos, Universidad de Chile. Becada por el Banco Interamericano de Desarrollo. Magíster Scientiarum en Vivienda, Universidad del Zulia. Diploma de Posgrado en Herramientas para el Diseño en Arquitectura Paisajista, Universidad Central de Venezuela. Doctora en Urbanismo, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estudios que realizó con una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del Gobierno de México. Profesora Titular (2001-2015) de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia (LUZ), en la Cátedra de Diseño Arquitectónico y Diseño Urbano. Actualmente es Profesora Asociada de tiempo completo en el Departamento de Arquitectura de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). Profesora invitada en programas de licenciatura, de especialización yo de maestría en diversas universidades nacionales e internacionales. Obtuvo el Premio Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, Cádiz, 2012, en la categoría Trabajos realizados por equipos de investigación. Autora del libro La estética de lo cotidiano. Ejercicio de la mirada. Editorial Española, 2012. Ha escrito artículos, capítulos de libros, y dictado conferencias tanto a nivel nacional como internacional. Su línea de investigación está centrada en el análisis de los límites que habitan en el espacio público y en la cualidad “performativa” de éstos. Asimismo, reflexiona sobre la estética del espacio urbano, buscando nuevas formas de aproximación y análisis de la ciudad. Desde el año 2008, es responsable del área de Arquitectura del Paisaje como miembro de NMD NOMADAS (www.nmdnomadas.com), un equipo integral de proyectos multi-escalares: urbanos, arquitectónicos, del paisaje y de espacios interiores.

 

  • Dr. Francisco Mustieles es socio principal, cofundador y Director de NMD NOMADAS. Estudió arquitectura en la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia (Maracaibo, Venezuela). Tras licenciarse en 1979, ingresa en 1980 como profesor en formación en la Universidad del Zulia y desde 1981 hasta 1983 fue parte del Equipo de Diseño Urbano que proyectó la nueva ciudad Guasare, en el estado Zulia, Venezuela, bajo la dirección de Kevin Lynch (MIT), y también fue parte del equipo de desarrollo residencial bajo la dirección de Christopher Alexander (UCLA Berkeley). Más tarde continuó estudios de arquitectura en la École d’Architecture Paris-Belleville bajo la dirección de Henri Ciriani. Tuvo la oportunidad de trabajar en el Estudio Ciriani, conjuntamente con Sandra Barclay y Jean Pierre Crousse, para el proyecto residencial construido en la Dedemsvaartweg, Morgenstrond, en La Haya, siguiendo un Plan Maestro de Rem Koolhaas. En 1992 obtuvo la Reválida del Título de Arquitecto por parte de la Secretaría de Ciencia y Educación del Ministerio de Educación de España. En 1994 obtuvo el Doctorado en Urbanismo en el Institut d’Urbanisme de la Université de Paris XII-La Sorbonne. Profesor Emérito de la Universidad del Zulia (LUZ). Tutor en programas doctorales, maestrías, becarías académicas y de especialización (Universidad del Zulia, Universidad Central de Venezuela, Universidad Nacional Autónoma de México y Universidad Politécnica de Cataluña). Actualmente, es profesor de tiempo completo en el Departamento de Arquitectura de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), México. NMD NOMADAS fue fundada en Maracaibo, Venezuela, en 1999 como una oficina integral de proyectos multiescalares: urbanos, arquitectónicos, del paisaje y de espacios interiores. Con NMD NOMADAS ha desarrollado propuestas y proyectos especialmente en Venezuela, pero también en Colombia, México, España, Croacia, Perú, Chile, Aruba, Curaçao, Estados Unidos de América y Canadá. En el año 2013, NOMADAS crea NMD como un colectivo comunicacional (cultural, académico, de investigación, de asistencia social y de divulgación). En el año 2009, la revista Arquine en su número 50 (la más importante revista de arquitectura latinoamericana, editada en México), incluye a NMD NOMADAS entre los “50 Oficinas de Arquitectos y Diseñadores Emergentes de las Américas que apuntan hacia nuevos rumbos”. En el año 2013, en el marco de la XIV Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, recibe el Premio Bienal de Arquitectura a la Joven Generación Internacional. Y en el año 2014, es seleccionada para exponer su trabajo en la Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venezia en el programa The Collateral Events. También en 2014 gana 4 premios (un Premio Nacional y tres Menciones de Honor) en la XI Bienal Nacional de Arquitectura de Venezuela. Y en 2015 gana 3 premios (un Premio Nacional y dos Menciones de Honor) en el IX Salón Bienal Malaussena de Arquitectura y Urbanismo, celebrado en Valencia. En el 2016, NMD NOMADAS gana Mención Especial en la categoría “Diseño de Arquitectos o Ingenieros Venezolanos en el exterior”, con el proyecto Woodlands Gate en el X Salón Bienal Malaussena de Arquitectura y Urbanismo en Valencia, Venezuela. De esta manera, NMD NOMADAS ha consolidado un total de 7 Premios en las ediciones 2016, 2015, 2010, 2008 y 2004 del evento. Actualmente, NMD NOMADAS es postulada a participar en los dos Premios de Arquitectura más importantes de América Latina. El proyecto Ateneo de San Francisco es seleccionado entre 20 obras a participar en el Premio Latinoamericano de Arquitectura Rogelio Salmona: espacios abiertos espacios colectivos, que se realiza en Bogotá, Colombia. Asimismo, NMD NOMADAS es postulada a participar en el Premio Oscar Niemeyer (Brasil) con los proyectos Supermercado De Candido Express (Premio de la Bienal de Arquitectura de Venezuela en el Diseño Arquitectónico de Edificaciones Comerciales) y Residencias Parque Virginia (Premio Bienal de Arquitectura a la Joven Generación Internacional en la Bienal Internacional de Arquitectura en Buenos Aires, Argentina). En la actualidad, NMD NOMADAS está conformada por un equipo de más de 20 profesionales de diferentes especialidades y cualificaciones con presencia directa tanto en Venezuela, Estados Unidos y Colombia.

Por: Dra. Astrid Petzold Rodríguez y Dr. Francisco Mustieles Granell

Académicos del Departamento de Arquitectura, UDLAP.

astrid.petzold@udlap.mx

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Geopolítica post mundialista

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El pasado mundial de fútbol soccer celebrado en Rusia nos ha dejado mucho que analizar tanto en la cancha como fuera de ella. La final “rompe quinielas” disputada entre Francia y Croacia cumplió las expectativas futbolísticas de cualquier aficionado al deporte con un abultado marcador de 4 goles a 2 en favor de los galos, mismo que les permitió alzar la anhelada copa de la FIFA por segunda vez en su historia.

El encuentro resultó bastante entretenido, más aún lo fue el momento de la premiación, presidido por las máximas autoridades de Rusia, Vladimir Putin; Francia, Emmanuel Macron y una poco conocida, hasta entonces, Kolinda Grabar-Kitarovic, presidenta de Croacia. Más de 70 mil personas en el estadio Luzhniki de Moscú y mil millones de espectadores en diversas plataformas, presenciaron en vivo una situación fuera de todo protocolo, donde el presidente Putin era la única persona resguardada de la lluvia, mientras sus pares francés y croata sufrían el torrencial aguacero, instancia que pudo haber sido evitada de no ser por el retaso de casi treinta minutos en el inicio del ceremonial.

A pesar del lamentable desatino protocolario, Putin supo aprovechar el magno evento mundialista para replicar un concepto que Ian Clark (1989) nos compartió en su ensayo The Post-Cold War Order: “las grandes potencias buscan el establecimiento de un orden internacional, de acuerdo con sus principales intereses”. En otras palabras, el líder ruso anotó un gol importante al demostrarle al mundo que su país está hoy más cerca de las repúblicas democráticas y más alejado de aquella imagen de los espías de la extinta Komitet Gosudárstvennoy Bezopásnosti.

Por su parte, el empapado mandatario francés, recibió serios embates que lo cuestionaban sobre contradicciones en su agenda migratoria. De manera puntual, se le acusa de celebrar eufóricamente los goles de una selección nacional plagada de hijos de inmigrantes, para muestra un botón: la gran revelación Kylian Mbappé, de padre camerunés y madre argelina; Ousmane Dembélé, de padre maliense y madre de ascendencia senegalesa y mauritana; Paul Pogba, hijo de guineanos; Nabil Fekir, de argelinos; N’Golo Kanté y Djibril Sidibé, de ascendencia maliense; Benjamin Mendy, de senegaleses; Blaise Matuidi, de angoleños; Adil Rami, de marroquíes; Presnel Kimpembe, de madre haitiana; Alphonse Areola, de filipinos; Varane y Lemar de ascendencia antillana (Martinica y Guadalupe). De acuerdo con el portal Reporte Índigo, sólo cuatro de sus 23 jugadores tienen padre y madre nacidos en el país, entre ellos el guardameta Hugo Lloris, lo que se refleja en un 82% de los jugadores del seleccionado francés con un origen foráneo. Particularmente, solo Samuel Umtiti, nacido en Camerún y Steve Mandanda, portero suplente nacido en la República Democrática del Congo, son los únicos jugadores que nacieron fuera del país. Sin embargo, nuestra alienada memoria a corto plazo no debería dejar pasar que la máxima figura francesa de los últimos 20 años, Zinedine Zidane, nacido en Marsella, es de origen argelino.

El dedo en la llaga para el delantero Macron, evidencia las más de 26,000 personas que fueron expulsadas de Francia durante 2017, 14% más que en el 2016, aún bajo el yugo de François Hollande. Su estrategia defensiva también presenta cifras de alto nivel, pues el número de extranjeros rechazados en fronteras incrementó de 63,732 en 2016 a 85,408 para 2017, lo que representa un 34%. Sus acciones de represión son severamente criticadas, exhibiendo la violación de derechos humanos en los centros de detención para migrantes como “La Jungla”, cerca de la frontera con el Reino Unido, aunado a una nueva ley en puerta contra los no refugiados.

La terna de la geopolítica post mundialista se cierra con la aparición a cuadro de la presidenta Kolinda Grabar-Kitarovic, mandataria de la ex Yugoslavia, quien se robaría el corazón de millones de fanáticos del balompié internacional con esa historia de pasión futbolera que la llevó a portar el jersey de su selección en cada partido, a pagar con recursos propios su viaje en clase turista y a disfrutar los encuentros desde la tribuna con cualquier otro aficionado croata. La gran calidad de esta generación de jugadores donde imperan Subasic, Vrsaljko, Vida, Lovren, Strinic, Rakitic, Brozovic, Rebic, Modric, Perisic y Mandzukic, no será suficiente para incluir a la liga croata en las próximas ediciones de FIFA o PES y será siempre opacada por el carisma de su mandataria.

El Dr. Dejan Jovic, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Zagreb, afirma que el perfil de Kitarovic se inclina hacia un conservadurismo populista-nacionalista, lo que se contrapone a la imagen que los espectadores nos llevamos de ella, sin embargo, la estrategia “pro fan futbolera” funciona para incluirla, no solo en ambientes sectarios masculinos, demostrando su fortaleza y capacidad, sino que le ha permitido codearse con altos mandatarios internacionales previo a las próximas elecciones en su país.

En el detrás de cámaras de la premiación, la presidenta favorita del mundo le da pelea a Macron por el balón de oro a la xenofobia, con una política migratoria cerrada, opuesta a la repartición de refugiados durante la crisis europea, un proyecto de ley para encarcelar a quienes prestaran ayuda a los inmigrantes ilegales, una Ley de Extranjería que prohíbe atención en vivienda, salud y alimento a quienes se encuentren ilegalmente en el país y por si fuera poco, el apoyo a la construcción de vallas y muros al más puro estilo de juego de Trump.

Los franceses han ganado la vigésima primera edición del mundial de fútbol, pero todos seguimos perdiendo, día a día, el encuentro contra las políticas migratorias nacionalistas… Allez Les Bleus, Allez La France!

Por: Mtro. Omar Derahin Saldaña Medrano

Egresado de la Licenciatura en Comunicación, Especialidad en Gestión Internacional y Maestría en Gobernanza y Globalización, UDLAP.

omard.saldanamo@udlap.mx

 

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Todos vamos hacia un mismo camino… a la edad madura o al envejecimiento, actualmente conocida como jóvenes en plenitud

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El envejecimiento se puede definir como un proceso progresivo y adaptativo que se caracteriza por una baja relativa de la respuesta homeostática, consecuencia de las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas, psicológicas y sociales causadas por los cambios propios de la edad, y al deterioro acumulado ante los desafíos que enfrenta el organismo en el transcurso de la historia de la persona en un contexto determinado (Mendoza, Martínez, Sánchez, Muñoz, Montes de Oca & Vargas, 2005). Aunque lo queramos negar…. Es un proceso intrínseco (una característica propia de todas las especies), progresivo (aparece y evoluciona a lo largo del tiempo), universal (afecta a todos los organismos) y eventualmente deletéreo (determina la muerte de los individuos), condicionado por factores raciales, hereditarios, ambientales, higiénico-dietéticos y sanitarios. Es multifactorial, multiuniforme y sincrónico, no sigue una ley única que lo explique, y su característica fundamental es el deterioro del rendimiento funcional que se traduce en una lentitud e incluso imposibilidad de adaptarse a situaciones de restricción o sobrecarga biológicas, físicas, psicológicas ambientales y sociales. En síntesis, es la consecuencia de dos procesos: la pérdida de funcionalidad y la de adaptabilidad o resistencia frente al estrés (López, Paz & Macías, 2005, p. 15; Bravo, 2004, p. 55).

El envejecer es la meta de todos los seres vivos, está sentado en el programa genético de cada uno (Aréchiga & Cereijido, 1999); es por ello que los distintos ritmos de envejecimiento observados en todo el mundo corresponden básicamente a la forma como han cambiado los patrones de fecundidad, que es el hecho histórico que más ha contribuido para que las poblaciones transiten hacia fases menos jóvenes. Esto sucede debido a que, cuando se mantienen constantemente niveles de fecundidad bajos, las cohortes de nacimientos disminuyen su tamaño y, en correspondencia, las personas de más edad aumentan su número en proporción al de las más jóvenes (Romero, 2004, p. 5). Actualmente, la población mundial se encuentra en un proceso de envejecimiento que progresa a un ritmo rápido (Schaie & Willis, 2003). Las razones principales del aumento de la esperanza de vida de la población mundial, según la World Health Organization [WHO] (2000) son:

  • Las mejoras en la salud, nutrición e innovaciones médicas, incluyendo las nuevas vacunas y el descubrimiento de nuevos antibióticos
  • La disminución de la fertilidad debida principalmente al desarrollo de efectivos anticonceptivos y a la mejora en la educación de la mujerA su vez, Córdoba (1999) establece tres tipos de cambios determinantes que suceden durante el proceso de envejecimiento, éstos son:

 

  1. Cambios físicos

Trastornos en la apariencia externa del individuo, relacionados con variaciones estructurales más profundas. Estas son: a.) Apariencia externa, ya que se modifica el color, la distribución y el espesor del vello y cabello. Por otro lado, disminuye la estatura y se acentúa la curva de la columna. Además, la piel se vuelve menos flexible, más delgada y seca. b.) Estructura, Se modifican las células, los sistemas de los tejidos, los huesos y los dientes. c.) Funcionalidad, Se altera el sistema sensorial, por lo que se pierden parcial o totalmente sentidos como la vista y el oído. Disminuye la movilidad. Se modifica el sistema cardiovascular, razón por la cual aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón. Cambian los sistemas respiratorio, gastrointestinal y excretor, por lo que problemas de estreñimiento aparecen. d.) Bioquímicos y fisiológicos, en este se incluyen las Alteraciones de los genes, cromosomas, sistemas antioxidantes, sueño, flujo arterial, entre otros.

2.- Cambios neuropsicológicos-neuropsíquicos

    • Envejecimiento neuropsicológico
    • Modifica procesos sensoriales y perceptuales como la inteligencia, el aprendizaje y la memoria.
    • Cambios psíquicos

3.- Cambios sociales

Determinados por el estilo de vida, la situación familiar, la actividad, los ingresos, la vivienda, el ambiente, la asistencia, entre otros.

En fin queridos lectores, poco a poco nos estaremos involucrando a una edad avanzada y debemos irnos ilustrando sobre temas cortos de interés al respecto, por ahora terminaré comentándoles que en México, según datos del Consejo Nacional de Población [CONAPO] (2006), el número de personas que cumplen 60 años diariamente va en aumento, hecho que hará que para el 2050 la población adulta mayor se conforme por el 27% de la totalidad… haciendo números mentales, déjenme decirles que seremos poco más de 35 millones; ¿estamos preparados como país, sociedad o familia para enfrentar y atender este reto?. Ahora bien, estudios realizados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática [INEGI], demuestran que las esperanzas de vida conforme pasan los años se ha ido incrementando. De 1970 a 2005 ésta aumentó 14.5 años, para establecerse en 75.4 años para el 2008. Por lo que Schaie & Willis (2003) afirman que el envejecimiento es más llevadero en comunidades tradicionales, puesto que en ellas existe un mayor respeto por los adultos mayores; se establece entonces que el problema actual radica en la discriminación hacia las personas de edad avanzada, hecho que requiere que se pongan en práctica algunas acciones para que la sociedad deje de excluirlos. Pero la discriminación se da por la carencia de consideración y valoración de la gente mayor, porque no se le pone la debida atención; a cambio, se le otorga un lugar de deterioro y se le transforma en una cosa, en algo inservible, acción que desencadena el considerar que no vale la pena invertir en ella porque no es rentable (Salvarezza, 2008).

Pero créanme, soy una de las mexicanas que vive intensamente para entender y valorar la vida (con mi padre que murió a sus 72 años, pero con artritis reumatoide deformante sus últimos 20 años de vida) y con mi madre en vida, pero con grandes limitantes de salud de 91 años de edad; y que día a día, me sigue enseñando a fomentar, en aportar a través de mis actividades, artículos, libros, clases, cursos, conferencias… algunos medios y/o formas diferentes y actuales de incentivar y despertar el interés a los jóvenes para que tomen consciencia del tema, porque tarde o temprano todos vamos hacia el mismo camino llamado Edad madura o envejecimiento… como jóvenes en plenitud.

 

Referencias

    • Aréchiga, H., & Cereijido, M. (1999). El envejecimiento: sus desafíos y esperanzas. Madrid: Siglo XXI.
    • Bravo, G. (2005). Fisiopatología del envejecimiento: envejecimiento fisiológico y patológico. En Durante, P., & Pedro, P. (editores), Terapia ocupacional en geriatría: principios y práctica (2a. Ed.). (Páginas 55-62). Argentina: Paidós.
    • Consejo Nacional de Población (2006). Proyecciones de la población de México 2005- 2050. Recuperado el 7 de septiembre de 2008, de Consejo Nacional de Población, http://www.conapo.gob.mx/00cifras/proy/Proy05-50.pdf
    • Córdoba, A. (1999). Nutrición y envejecimiento. Importancia de los oligoelementos. Valladolid: Secretariado de publicaciones e intercambio científico, Universidad de Valladolid.
    • Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (2008). Proyecciones de la población de México 2005-2050. Recuperado el 1 de noviembre de 2008, de Instituto Nacional de Geografía e Informática, http://www.conapo.gob.mx/00cifras/5.htm
    • López, J., Paz, K., & Macías. (2005). Biología del envejecimiento. En Macías, J. (editor), Geriatría desde el principio (2a. Ed.). (Páginas 15-38). Barcelona: Glosa.
    • Mendoza, V., Martínez, M., Sánchez, M., Muñoz, E., Montes, V., & Vargas, L. (2005). Proyecto de creación del programa de maestría en gerontología social y comunitaria. Recuperado el 18 de octubre de 2008, de UNAM, Facultad de Estudios Superiores de Zaragoza, http://delfin.zaragoza.unam.mx/depi/avisos/gerontologia.pdf
  • Romero, M. (2004) Demografía de la vejez. En Asili, N. (editora), Vida plena en la vejez. Un enfoque multidisciplinario. (Páginas 2-18). Distrito Federal: Pax México.
  • Salvarezza, L. (1998). La capacitación en gerontología. En Salvarezza, L. (editor), La vejez, una mirada gerontológica actual. (Páginas 147-166). Argentina: Paidós.
  • Schaie, K., & Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez (5a. Ed.). Madrid: Pearson educación.
  • World Health Organization (2000). Social development and ageing. Crisis or opportunity? Recuperado el 19 de octubre de 2008, de World Health Organization, http://www.who.int/ageing/publications/development/alc_social_development.pdf

 

Acerca del autor: Ma. del Carmen Milagros Morfín Herrera Recibió el Premio Nacional de Educación Turística AMESTUR 2012, Por invaluable Contribución al Desarrollo de la Educación Turística de México. Congreso Nacional de Educación Turística CONAET-AMESTUR. Veracruz, Ver., 14 de marzo 2012. Cuenta con el Certificado Fundamentos SuperHost, Servicio de Calidad. Abril 2009. SuperHost- Viva Capacitación, con permiso de la STPS (Secretaria de Trabajo y Previsión Social) y SECTUEP (Secretaría de Turismo del Estado de Puebla). (VCA081001PW4-0013) Certificada Internacional por APEC. Asia-Pacific Economic Cooperation. Ministerio de cultura y turismo de la República de Indonesia, en conjunto con la SECTUR Federal. Certificado en la Aplicación del Programa de Habilidades de Competencias para el Turismo. Septiembre 2008. SECTUR. Secretaría de Turismo. Obtuvo la Distinción “Mujer que destaca en Turismo” Estado de Puebla, septiembre 2007. Por su trayectoria en el desarrollo académico del turismo, en el marco del día mundial del Turismo. Reconocimiento especial por contribuir como Instructor de la SECTUR Federal, en la Cruzada Nacional por la Calidad y la Excelencia de los Servicios Turísticos. Septiembre 2000. Certificada como “Great Management Program”, por la Gallup University. por incesante compromiso con el crecimiento a través de las personas y su desarrollo. Mayo 2006. Certificación de actualización de carrera académica por CHRIE Consejo Internacional de Hoteles, Restaurantes e Instituciones de Educación; “Grupo de profesores” (International Council on Hotel, Restaurant, and Institutional Education) Las Vegas Nevada, agosto 2005. Recibió Reconocimiento Especial por ANHM Asociación Nacional de Hoteles y Moteles, otorgado por la destacada trayectoria académica en pro del turismo de México. Noviembre 2001. El MINISTERIO DE TURISMO DE LA REPÚBLICA DE CUBA le otorgó el Reconocimiento Distinción, por las participaciones en el programa de colaboración mexicano para la formación y desarrollo profesional del sistema de Turismo Cubano. Febrero 1999. UDLAP. Universidad de las Américas, Puebla Premio y estímulo a la Docencia Universitaria por séptimo año consecutivo por dedicada labor docente 1998-2004. La Naviera Italiana COSTA LINE CRUISES le entregó Reconocimiento especial por la coordinación del seminario de Inducción a un sistema Integral de Servicios en un Hotel Flotante. Calidad del servicio a Bordo. Marzo 1991. UNIVERSIDAD AUTONOMA DE GUADALAJARA Reconocimiento especial de Mención Honorífica en investigación y apoyo para el país. Guadalajara, Jalisco. Octubre 1987. Sus Libros publicados son: • Clasificaciones Hoteleras. Editorial Trillas de México, en proceso de publicación 2013. • Cruceros en Puertos Mexicanos. Editorial Trillas, 2017. • Administración del Tiempo Libre (en el turismo). Editorial Trillas de México. Enero 2003. Reimpresión 2010. • Administración de Comedor y Bar. Editorial Trillas de México. Primera edición 2001, segunda edición 2006. segunda edición 2006, reimpresión 2011. • La Transportación Marítima Mexicana en el Turismo. Editorial Trillas de México. Marzo 1995. Su Objetivo en la vida: Crecer en sabiduría como ser humano sencillo, alegre, entusiasta y compartirlo con los que le rodean. Embajadora de México en diferentes foros turísticos nacionales e internacionales, miembro activo en Consejos Directivos, Técnicos y Consultivos de Asociaciones, Confederaciones, Centros y grupos en pro del desarrollo turístico del país (CONPEHT, CONAET, CENEVAL, EGEL-T; AMESTUR, FIMPES; OCC, Puebla; CODIPI y CONATUVE).

Por: Mtra. María del Carmen Morfín Herrera

Directora Académica del Departamento de Turismo, UDLAP

mariac.morfin@udlap.mx

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Opciones para evaluar el aprendizaje

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En el mundo académico actual hay un fuerte impacto, que podríamos llamar publicitario, para usar tales o cuales actividades en el salón de clase o en apoyo a lo que sucede en él. Desde el uso de plataformas tecnológicas, aprovechamiento de las redes sociales, aprender jugando o el estímulo de la redacción académica a ultranza, todos los promotores de cada una de ellas la publicitan como la mejor y la única posibilidad de que los alumnos aprendan cualquier materia. Es, incluso, común escuchar alguna prédica a favor de tal o cual metodología iniciando con la frase: Como todos ustedes saben en la actualidad esta es la mejor metodología para que el alumno aprenda. Detrás de ese inicio está la promoción indiscriminada de algún producto educativo que alguien quiere vender y, casi siempre, no tiene mucho o ninguno apoyo pedagógico.

La actividad docente hoy en día tiene muchas opciones para su desarrollo, un profesional que se dedica a impartir clases a nivel universitario tiene un abanico enorme de posibilidades en lo referente a que actividades seleccionar para que sus alumnos aprendan. Aunque debe aceptarse que lo habitual es inclinarse por un camino que incluye experiencias de aprendizaje más o menos parecidas y que el desarrollo tecnológico y la falta de tiempo casi siempre nos invitan y nos provocan el hacer actividades muy concretas y evaluaciones que permitan la calificación automática y, por lo tanto, el uso de preguntas de opción múltiple, de verdadero-falso u otras semejantes se ha incrementado.

En sí mismo lo anterior no tiene problema, un buen examen de opción múltiple nos puede mostrar el grado de conocimiento de un alumno sin ningún problema, pero lo que no podemos permitir es que olvidemos diversificar nuestra gama de actividades y, por lo tanto, otras posibilidades de evaluación, las cuales podemos utilizar durante la evaluación formativa en un curso.

Al acostumbrar a los alumnos a cuestionarios con respuesta cerrada limitamos sus habilidades de expresión, de manera que es muy importante que no descuidemos utilizar otros instrumentos, como cuestionarios de respuesta abierta, aunque ésta tenga que ser breve y muy precisa. Este tipo de evaluaciones estimulan las habilidades de redacción del alumno y, al mismo tiempo, su capacidad de concretar sus ideas en respuestas precisas.

Vivimos un momento en que todo mundo quiere soluciones inmediatas y sencillas para resolver todo tipo de problemas y los que nos plantea el aprendizaje en el aula no son la excepción, seamos cuidadosos en elegir diferentes caminos para acceder al alumno y plantearle variadas opciones para que nos manifieste si ha aprendido o no. No olvidemos que los alumnos siguen aprendiendo, fundamentalmente, lo que consideran necesario para aprobar el examen. Mientras más amplio sea nuestro abanico de instrumentos, metodologías y experiencias, más seguros estaremos de haber logrado el aprendizaje y que nuestra evaluación lo refleje.

 

Acerca del autor: Contador Público con estudios de Maestría en Administración y candidato a Doctor en Educación. Con más de 40 años de experiencia docente y profesional en contabilidad, costos, análisis financiero y auditoría. 291 cursos impartidos en diversas universidades, de los cuales el 88% ha sido a nivel licenciatura y el resto en maestría. 194 módulos de diplomado impartidos a personal de diversas empresas. Autor de los libros “Contabilidad 1”, “Costos” y “Contabilidad Administrativa” con editorial Pearson. Articulista en diversos periódicos y autor de su propio blog “Visión Financiera”. Coordinador de las materias Contabilidad Financiera, Contabilidad de Costos, Análisis de Costos y Contabilidad Gerencial.

Por: Mtro. Francisco Javier Calleja Bernal

Profesor de tiempo completo del Departamento de Finanzas y Contaduría, UDLAP.

francisco.calleja@udlap.mx

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La paz y seguridad ciudadana que vienen

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El pasado 1 de julio, en México se registró lo que hoy podemos aseverar fue una verdadera fiesta cívica, en virtud de la gran participación de ciudadanos que acudieron a las casillas, como por el ambiente de tranquilidad en el que se desarrolló la jornada (salvo casos excepcionales que, sin subestimarlos, permiten calificarla de esa forma). Así pues, concluyó un proceso que abrió el paso de nueva cuenta a la alternancia política, ganada principalmente gracias a una serie de factores de inconformidad de diversa naturaleza, entre los que sobresale el tema de seguridad.

Consecuentemente, las expectativas en la nueva estrategia nacional para su atención son muy altas, los cambios se antojan radicales, aunque no deberán, quienes estén a cargo de tan alta y compleja responsabilidad, perder de vista todos los logros alcanzados. Habrá quienes alberguen la idea, que sin duda es un anhelo legítimo que, a partir del 1 de diciembre próximo, la paz y seguridad prometidas en respuesta a la exigencia ciudadana deberán de sentirse; hago votos porque así sea. Sin embargo, suceda o no esto, como ciudadanos responsables tenemos también una tarea, así como esperamos ese cambio por parte de las Instituciones del Estado Mexicano y sus funcionarios; la de cambiar nosotros como ciudadanos para contribuir con el objetivo de alcanzar esa paz y tranquilidad esperadas.

De inicio, quiero excluir de este exhorto, felicitándolos de antemano, a todos quienes derivado de un ejercicio de reflexión consideren que como mayores de edad, jóvenes, adultos y adultos mayores, en sus diferentes roles de vida, padres, hijos, trabajadores, profesionistas, patrones, directivos e incluso servidores públicos, etc., adoptan, inculcan y supervisan sobre quienes tienen un deber de cuidado, las más elementales medidas de prevención no sólo para evitar ser víctimas del delito, sino para apartarse de las conductas antisociales, impidiendo que con sus acciones u omisiones incentiven y promuevan la comisión de cualquier tipo de delito.

Para el resto de los ciudadanos, se tiene una decisión por tomar y es en todo caso, hacer lo necesario para estar dentro del supuesto en el que se encuentran los referidos en el párrafo anterior, de quienes quiero precisar, no es que hayan permitido o consentido que la federación, los estados y los municipios soslayen su responsabilidad establecida en el art. 21 de nuestra Constitución, que les asigna la función de la Seguridad Pública y que comprende la prevención de los delitos, la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas, sino por el contrario, en muchos de los casos han asumido un rol que va más allá de cuidar a su círculo más cercano, convirtiéndose en líderes de organizaciones civiles en pro de la seguridad, que hoy día además de exigentes ciudadanos demandantes de mejoras en la seguridad, son vigilantes del quehacer policial, ministerial, pericial y judicial, sujetos estos a su escrutinio, de cuyo ejercicio generan propuestas que incluso llegan a formar parte de las políticas públicas en la materia.

En el 12° Congreso de las Naciones Unidas Sobre Prevención del Delito y Justicia Penal (Salvador de Bahía, Brasil 2010), se definió que la Prevención del Delito “engloba toda labor realizada para reducir el riesgo de que se cometan delitos y sus efectos perjudiciales en las personas y la sociedad, incluido el temor a la delincuencia”

En la actualidad, resulta extraordinariamente fácil obtener información sobre las medidas de prevención del delito, “la necesidad obliga” y es por eso que resulta paradójico que hoy cuando tenemos mayor acceso a esa información, lamentablemente no hemos aprendido a utilizarla oportuna y eficazmente, y sólo por citar unos ejemplos: la gente sigue siendo víctima de extorsiones vía telefónica, con engaños que van desde la obtención de un premio, hasta la historia de un familiar en apuros, entre tantas tretas más utilizadas por los delincuentes. Por eso se hace necesario insistir en que no basta con obtener la información, sino asegurarse de que realmente genere un cambio de conducta en las reacciones que se tengan eventualmente cuando haya que tomar una decisión respecto a nuestra seguridad, la de quienes dependen de nosotros y de nuestros bienes, si llegamos a este punto, entonces podremos decir que hemos aprendido. En consecuencia, cuando se resulta ser víctima de la comisión de un delito, nos debe de mover a la reflexión y al análisis, sobre la oportunidad de evitabilidad del daño, el riesgo permitido o la falta de cuidado, para descifrar su origen y evitar así su repetición.

Fundamentalmente la cultura de la prevención del delito estriba en saber protegerse, adquiriendo y aprendiendo los conocimientos que nos permitan identificar los riesgos, a efecto de reducirlos o neutralizarlos.

La cultura de prevención del delito inicia en el seno familiar, debiendo ser encabezada principalmente por los padres. Actualmente, diferentes instancias de los tres órdenes de gobierno desarrollan loables esfuerzos, a través de sus áreas especializadas de prevención del delito, proximidad social y vinculación, impartiendo pláticas, cursos y talleres a docentes y alumnos en escuelas de todos los niveles, a organizaciones de la sociedad civil, cámaras y en todos los sectores de la sociedad, con temas muy específicos como Cultura de la Legalidad, Prevención de Delitos Cibernéticos, del Secuestro y Extorsión, Robo de Vehículo, etc., y los principales problemas detectados son, que quienes participan recibiendo toda la información, no se empoderan aplicándola, más aún, no se encargan de que la misma permee en su círculo más cercano, la familia, y se adopten las medidas preventivas necesarias para evitar ser víctimas de estos. La información es poder, si, frase muy trillada, pero ello no le resta certeza. No olvidemos, los delincuentes eligen el lugar, la forma y el momento para cometer sus ilícitos, y estadísticamente será más probable que elijan sus blancos sobre quienes adviertan como presas fáciles y redituables, con el mínimo de esfuerzo y menor probabilidad de ser aprehendidos.

Todos quienes me dispensan su atención dando lectura a este artículo, tienen la posibilidad de ingresar vía internet, a las diferentes páginas web como la de la Policía Federal, su aplicación PF Móvil, las de las Secretarías de Seguridad Pública de los Estados, así como de la mayoría de sus Policías Municipales y de las Fiscalías o Procuradurías de los Estados, Organizaciones de la Sociedad Civil relacionadas con el tema de seguridad, entre otras tantas más, en las que pueden obtener información valiosa que les permitirá generar un esquema de protección familiar, que incluya medidas al interior de su hogar, un código de seguridad secreto que permita constatar la identidad de sus integrantes en caso de una eventualidad, hábitos de prevención en sus tránsitos a pie y en sus vehículos, el cuidado de estos para evitar el robo, el cuidado de los infantes en lugares públicos, las previsiones en el desarrollo de sus actividades rutinarias como las operaciones bancarias, la compra de un vehículo o cualquier otro bien, etc., etc.

La mejor armadura con la que podemos vestirnos y arropar a nuestro círculo cercano será en primera instancia la información, por ello, una plática seria con quienes lo integran sobre este tema en particular no es descabellado, ni deberá situarnos en una posición de paranoia, aunque siempre puede haber alguien que aceche, Homo homini lupus, por el contrario, nos colocará en una postura muy responsable, personal, familiar, social y de reconocimiento de una realidad que debemos enfrentar juntos, de común acuerdo, coadyuvando con el Estado Mexicano, con sus instituciones, para acortar el tramo que nos conduzca a la paz y seguridad ciudadana que vienen, en conclusión, no sólo las esperemos, vayamos a su encuentro.

Por: Mtro. Eduardo Valiente Hernández

Egresado de la Maestría en Administración de Negocios, UDLAP.

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Desenmascararse frente al espejo

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Séptimo Concurso de Ensayo Estudiantil, UDLAP

Me siento frente a un cristal oscuro con la seguridad de que, de alguna manera, la relación entre la imagen de la pareja ideal y la violencia es obtusa pero inminente. Me siento, también, frente a la duda de terminar sin descubrir nada, o bien, terminar descubriendo algo en cada pareja que conozco, incluyendo la mía.

El tema me sugiere varias cosas. Pretende, primero, adjetivar una relación amorosa, de ahí el énfasis en pareja. Después está la violencia que, así, en general, no refiere a sus formas de manifestarse y permite hablar de distintas conductas perjudiciales que afectan a los miembros de aquella relación. Por último, motiva la idea de algo escondido; esto hace pensar en eventos hirientes que se ocultan de la sociedad para no comprometer la imagen que presenta una pareja. Esta vez, sin embargo, creo más importante ver la máscara de frente y cuestionar cómo el engaño termina siendo auto infligido, como un estado ambivalente de conformismo e ignorancia. Me pregunto por qué es tan fácil tragarse esta idea y tan difícil aceptar su esencia oscura.

¿Cuál es la pareja ideal?, ¿Cuáles son las máscaras?, ¿Dónde está la violencia? Parece contradictorio que la pareja, símbolo por excelencia del afecto, sea juzgada en el microscopio del daño. Una certeza aparente es que las preguntas anteriores se resuelven en tres ideas: la pareja ideal es aquella que hemos aceptado conforme al sentido de pertenencia y el de permanencia; las máscaras son cada símbolo, arraigado e incomprendido, aunado a aquel ideal; y la violencia está en abrazar de manera paulatina el mosaico formado por las dos ideas anteriores, sin límites, sin condiciones.

Con estas consideraciones en mente, tal vez sea apropiado ir de lo general a lo particular. De entrada, la sociedad pinta la fachada de lo que se espera de una relación sentimental sólo entre dos personas: estabilidad financiera, planes de vida que se complementen, afinidades, y coincidencia socioeconómica. Un “se ven bien juntos” parece irrelevante; puede ser un elogio, pero debajo de la superficie es claro que se califica una relación no por los comportamientos, que igual podrían ser engañosos, sino únicamente por la apariencia de dos cuerpos cuando están juntos. En el mejor caso, el cumplido podría motivarse por los rasgos comunes que se asumen como propios de una pareja: gustos musicales, vestimenta, aspecto físico. Se lanza entonces el comentario al aire y cae en ellos dos como una razón, tal vez no pensada pero válida y poderosa para continuar la relación.

Por supuesto que la sociedad no solo juega un papel en cómo se percibe a sí misma una pareja, sino también en cómo se construye a partir de lo que ve en su entorno: un reflejo opaco. Los comportamientos y valores de una comunidad, la cultura predominante, lo preferible y lo permitido, delimitan la manera en que dos individuos actúan y luego eso, lo aceptado, permea la relación. ¿Qué estilo de ropa vestiremos en tal evento?, ¿Cómo se valora su profesión en la sociedad?, ¿Armonizan su cuerpo y el mío en una fotografía? Nos hacemos estos cuestionamientos sin razonar su importancia, si es que en verdad la tiene.

Dentro de una esfera más íntima podría calificarse el papel que juegan ciertos individuos respecto a la vida de la pareja, como colegas, amigos y familiares. “Que no se te vaya”, te dicen, “está para casarse” y ahí vas, aferrándote a la conveniencia, a algo que va a cubrir necesidades, cumplir expectativas y hasta simplificar un estilo de vida, pero no hay interés en cómo funcionan el uno con el otro, el otro con el uno, los dos en conjunto, los dos por separado, los dos frente a un sinfín de posibilidades. O también, ¿por qué no?, nos presentan la decisión de elegir pareja casi apegada al consumo: “de esos ya no hay”, “¿y si se va con alguien más?” Si se tiene que ir que lo haga, si ya no está disponible no hay que verlo como una posesión perdida, si ya no hay de ese tipo habrá de otro. En todo caso no hay que pensarlo como una compra.

Se cuelan a la cabeza los comentarios de nuestros conocidos porque algo significan para nosotros, y a su vez dejamos que a través de ellos penetren a la imagen de la pareja ideal una serie de convenciones no necesariamente propias. ¿Por qué busco una relación con alguien de mi entorno?, ¿por qué me inclino por quien comparta cierta postura religiosa o política?, ¿por qué una relación con alguien de un género en particular?, ¿por qué creo que mi pareja debe ofrecer una cierta imagen y probar con ella algo?, ¿cuándo acepté y ejercité estos reflejos inciertos?

De cualquier manera, el plano más importante es el personal, que puede manifestarse al menos en dos formas. Por un lado, la pareja: ese núcleo, fundado en una especie de pacto de privacidad, puede ser más permeable de lo que imagina si uno de los dos le da una importancia mayor a algún aspecto no pertinente para el funcionamiento de la relación. Puedo esperar, por ejemplo, que mi pareja destine un tiempo de convivencia para los dos o que sea flexible en cuanto a la movilidad que yo necesito para desarrollarme, pero cuando empiezo a exigir o reprimir elementos que no afectan a nadie más que a mi pareja puedo incurrir en la violencia.

Creer que su corte de cabello tiene que ver contigo, tomar decisiones sobre su cuerpo, limitar su estilo de vestimenta, el privar sus maneras de comportarse, aunque no perjudican a nadie, es atacar a tu pareja. Resulta sencillísimo caer en este tipo de imposiciones cuando las actitudes por las que los causamos son parte de valores sociales y al constreñir y normalizar las reacciones de uno frente a las manifestaciones del otro se va construyendo una imagen que, por supuesto, le dice algo a la gente y al miembro de la pareja que busca esa forma en particular, pero que carece de profundidad, es sólo la carcasa de un lazo débil. Además, tal imagen se forja a partir de símbolos que encubren violencia: no hay otra manera de llamar a esta situación.

Estos aspectos, que trazan el retrato idílico de una pareja, parecen más significativos para los ajenos a la relación que para sus miembros. Pero independientemente de cómo los vean esas personas, el problema emerge cuando las percepciones se arraigan de tal manera que la pareja las adopta como propias, haciendo más difícil que se reconozcan los daños implicados. Hasta aquí se han tratado los signos mediante los cuales se crea la imagen de la pareja ideal y cómo la absorben aquellos en una relación: ahora puede entonces asegurarse que entre los dos surgen lazos de identidad, casi inventados, que responden al sentido de pertenencia, de propiedad.

Parece que se termina formando un monstruo con los componentes de la pareja ideal, si es que hubiera un ideal común a todos. Y esta criatura, parchada y amorfa, nace de tal manera que sus partes se convierten en objetos inamovibles. Esto nos hace reacios a cambiar, a no vernos: confiamos tanto en la imagen de la pareja y tan poco en la relación que, según pensamos, cualquier movimiento cuarteará y hará explotar todas las máscaras. Aferrarse a la continuidad de la imagen satisface entonces nuestro sentido de permanencia: si nada cambia hay estabilidad, y esa quietud da una sensación de duración y también de seguridad.

Aquel con quien comparto ha sido antes de mí y es y será incluso si yo no figuro en alguna parte de su vida. Debo entenderlo per se y no en función de mí, ya que de otra manera intentaré apropiarme de mi pareja. Y esta premisa debe funcionar en ambos sentidos para quienes conforman la relación. Ni la otra persona tiene por qué moldearme a partir de ella ni yo pensarme de tal manera, y viceversa.

Cuestionemos entonces la violencia psicológica de un símbolo, porque eso es la pareja ideal y nada más. Un tapiz de significantes con valor asignado, no propio. Un conjunto de rasgos que definen algo, algo que aún no me queda claro pero que sé que no es la pareja. Una máscara tan real como la piel: nos hace olvidar nuestra propia cara.

Tal vez, más bien, deberíamos de dejar de buscar un tipo, dejar de buscar en general y encontrarnos con alguien, o con varios, en una relación cerrada o abierta, consensuada y tan desnuda como sea posible de los símbolos y códigos que hemos aceptado. Esos ideales que cubren tantas llagas, espacios vacíos, la pérdida de uno mismo.

Quiero decir que argumento esto con la sensación de que mi conocimiento al respecto es pleno: al vivirlo de primera mano tengo algo que decir. No obstante, lo escribo desde la misma situación que desmenuzo: una pareja que abraza varios rasgos del ideal descrito pero que se niega a pensar que sea víctima del reflejo opaco. Me siento frente al espejo y palpo mis cachetes, froto mis labios, rasco mi frente. Me siento con los dedos hipersensibles buscando en los bordes de mi cara, en las raíces del cabello, la presencia de un rostro ajeno. Percibo irregularidades, pero soy incapaz de saber qué hay. Un poco por miedo de descubrir que traigo una máscara, un poco por encontrarme frente la inconveniencia de tener que replantearme mi relación.

Por: Verónica Meneses Pérez, estudiante de Literatura, UDLAP.

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